PAMPLONA
Asirón mete un nuevo carril bici en la calle que cerró al tráfico y puso cámaras para multar
El plan contempla un carril bici bidireccional de 600 metros por un importe de 549.984 euros.

El alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, sigue empeñado en reducir el paso de coches en la ciudad. La construcción de un nuevo carril bici en la calle Irunlarrea, el mismo vial que él mismo cerró al tráfico y donde instaló cámaras para multar a los conductores se encuentra ya en su ecuador, según confirmó la Gerencia de Urbanismo, que ha visitado los trabajos este martes.
El proyecto, adjudicado a la UTE Urbanismo Táctico Pamplona por un importe de 549.984 euros, prevé la finalización de los trabajos a finales de este año. El plan contempla un carril bici bidireccional de 600 metros y 2,75 metros de anchura, además de la ampliación de aceras y la creación de pasos peatonales elevados.
En estos meses se han demolido los muretes que separaban las aceras de la zona verde entre la avenida Pío XII y la rotonda del Boticario Viñaburu, se ha asfaltado el tramo hasta la plaza Protomedicato y se ha adelantado la parada del transporte urbano comarcal frente a la Clínica Universidad de Navarra. También se ha iniciado la elevación de pasos peatonales y el asfaltado de los cruces.
El trazado del carril bici conecta con el existente en Pío XII y discurre por la calzada de Irunlarrea hasta enlazar con el de la avenida de Barañáin. En algunos tramos ocupará parte de las zonas ajardinadas, que se transformarán en aceras. Desde la plaza Protomedicato, el recorrido continúa de forma continua hasta Barañáin, con un pequeño desvío para rodear la parada avanzada de autobús frente al Centro de Consultas Príncipe de Viana y Virgen del Camino.
Parte del recorrido se ha habilitado en un tramo de la calzada que ya estaba cerrado al tráfico desde hace meses. Al tratarse de una vía de carriles anchos, no será necesario suprimir espacio de circulación. Tras la reforma, los carriles de tráfico tendrán al menos tres metros de anchura, además del nuevo carril bici.
El Ayuntamiento justifica la intervención como una medida para fomentar una movilidad sostenible, mejorar la accesibilidad, aumentar la seguridad vial y favorecer un entorno urbano más amable. Sin embargo, este proyecto llega después de las fuertes críticas vecinales por el cierre al tráfico del mismo vial y por la instalación de cámaras sancionadoras, medidas que generaron un amplio rechazo en el barrio.
Asirón defiende ahora la actuación como un paso más hacia su modelo de “movilidad calmada”, aunque en la práctica supone transformar una calle donde antes circulaban coches en una vía de coexistencia para bicicletas y peatones. La nueva configuración cambiará por completo la fisonomía de una de las principales entradas al barrio de Mendebaldea.