Navarra ha asistido este viernes de manera impertérrita a un hecho insólito. La presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite ha posibilitado que su homóloga de La Rioja, la también socialista Concha Andreu, inaugure junto a la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Pública en Lodosa, y por lo tanto en la Comunidad foral, las obras de construcción del enlace en la AP- 68. Ha sido un acto protocolario en el que ha estado presente como mero espectador el vicepresidente del Gobierno de Navarra, Javier Remírez.
Lo esperpéntico de la situación es que Geroa Bai, que apoyó los presupuestos de Sánchez en el Senado, ha montado en cólera y ha anunciado que va a pedir explicaciones a sus socios en el Gobierno de Navarra.
La franquicia del PNV en Navarra ha denunciado en una nota que por "urgencias electorales se haya ignorado el papel fundamental que ha jugado Navarra en la construcción de este enlace", y ha reivindicado la defensa que ha hecho de esta infraestructura "fundamental para el desarrollo socioeconómico de localidades navarras como Lodosa, Sesma, Sartaguda, Cárcar y Mendavia".
Para la coalición "es inaudito que la presidenta de La Rioja acuda a Navarra a dar por iniciadas unas obras que se incluyeron en los Presupuestos Generales del Estado gracias al acuerdo entre el Ministerio de Hacienda y el senador autonómico navarro, Koldo Martínez”.
“Para hacer aún más esperpéntica la situación, el papel del Gobierno de Navarra en este acto ha sido el de meros espectadores”, ha lamentado Geroa Bai. A juicio de la coalición “todavía es más preocupante que el vicepresidente del Gobierno de Navarra, Javier Remírez, que ha participado como público en el acto, no haya mostrado su indignación ante un hecho así”.
