El actual gobierno de Navarra que preside la socialista María Chivite es experto en gastarse en nada el dinero de los contribuyentes. Ha despilfarrado 455.000 euros del erario público en poner en marcha y promocionar el último chiringuito ideado por el vicepresidente del Gobierno, el excomunista Félix Taberna, denominado Marca Navarra.
Se trata de una iniciativa que tiene como finalidad "ser un espacio de colaboración y proyección de todos los agentes que trabajan por el desarrollo socioeconómico del territorio".
El resultado del proceso, aseguraba hace ahora un año Taberna, "será la generación de una renovada identidad visual y verbal, acompañada del desarrollo y ejecución de acciones que muestren las fortalezas de la Comunidad Foral".
Hasta ahora, lo poco que se sabe de la Marca Navarra es que, más allá de una web, un vídeo promocional y una nueva versión del himno de Navarra, se antojan bastante escasos para cubrir el coste de la inversión inicial.
A falta de confirmar la cantidad asignada en los presupuestos de 2025 a la mencionada Marca Navarra, lo cierto es que Chivite pretende dar carta de formalidad, pero sobre todo de aceptación a su chiringuito creando una mesa constituida por los partidos políticos que tienen representación en el Parlamento de Navarra para que opinen sobre el tema. Lo que no queda claro es si esa mesa se articulará mediante el cobro de dietas por asistencia, o no.
En cualquier caso, Taberna informó este viernes de que la creación de esta Mesa busca “lograr un mayor consenso y perdurabilidad” en torno a los objetivos que persigue la nueva Marca Navarra.
El Gobierno de Navarra asegura que a lo largo de 2024, el proyecto ha sido presentado en diferentes foros, tanto a nivel interno de la Comunidad Foral como en España y Europa, con la finalidad de captar prescriptores de alto nivel que contribuyan a atraer talento, inversiones y nuevas oportunidades.
Hasta el momento, no existe ningún tipo de comunicación sobre hipotéticos resultados. Sólo que, como se le criticó entonces a Chivite, Navarra ya no es lo que es: ya no es referente, ya no lidera. Así ha quedado patente en la publicación de los últimos indicadores económicos, sociales, sanitarios, de innovación, empresariales o educativos.
Y es que, por desgracia, Navarra ha pasado de ser un referente para el resto de España, a ser sólo conocida por los pactos del Partido Socialista con EH Bildu y por la moción de censura para echar a UPN del Ayuntamiento de Pamplona y regalárselo a los proetarras
