POLITICA
Chivite reaparece para decir que los casos de corrupción que afectan a su partido son "fango"
Dice que "no hallarán corrupción en ninguno de los consejeros de este Gobierno" y defiende seguir con el acuerdo suscrito con sus socios.

La presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, ha reaparecido este lunes en público tras más de dos semanas de ausencia institucional. Su última intervención data del pasado 30 de junio en el Parlamento foral, y desde entonces el Ejecutivo eliminó toda su agenda oficial, sin explicación alguna.
Lo hizo justo después de que su mentor político, Santos Cerdán, ingresara en prisión provisional por corrupción. Desde ese momento, Chivite ha guardado silencio mientras arreciaban las críticas por el escándalo de las mordidas en contratos públicos y por el sobrecoste de las obras de los túneles de Belate, que tampoco abordó en su última comparecencia parlamentaria.
Este lunes, la secretaria general del PSN ha roto su silencio en el Comité Regional del partido, en Pamplona, con un discurso centrado en defender su gestión y desvincular al Gobierno foral de las investigaciones judiciales.
Sin mencionar en ningún momento el nombre de Santos Cerdán, ha sostenido que “comportamientos individuales no pueden tumbar proyectos colectivos”, y ha asegurado que “no hallarán corrupción en ninguno de los consejeros y consejeras de este Gobierno”.
Chivite ha insistido en que “este Gobierno es honesto, por más insidias que quieran lanzar”, y ha lamentado que haya formaciones políticas que, según ella, están aprovechando este momento para desgastarla. “Hay quien ve en este momento su oportunidad para llegar al Gobierno”, ha afirmado, en referencia velada a la oposición, a la que ha acusado de subir el tono y de utilizar “la parte humana, la parte familiar para hacer más daño”.
Pese al silencio mantenido en las últimas semanas, Chivite ha declarado ahora sentirse “comprometida” con el proyecto socialista. Ha asegurado que “la gobernabilidad de Navarra pasa sí o también por el Partido Socialista” y ha recalcado que no existe una alternativa a su Ejecutivo.
En uno de los momentos más intensos de su discurso, la presidenta ha reconocido que han sido semanas “difíciles y dolorosas”, aunque ha querido subrayar que están “dando la cara, explicando y respondiendo a aquello para lo que tenemos respuesta”. Aun así, ha evitado referirse explícitamente al caso que afecta al exnúmero tres del PSOE, ni al impacto del escándalo sobre el PSN o la credibilidad del Gobierno foral.
También ha recurrido al discurso de logros económicos, destacando indicadores como el bajo endeudamiento o el empleo, para defender la acción del Ejecutivo. “Tenemos prácticamente pleno empleo, la economía crece, tenemos nuevos proyectos industriales”, ha dicho.
Chivite ha cargado con dureza contra la oposición y los medios nacionales, a los que ha acusado de “exportar el barro y el odio de Madrid” a Navarra. “Ese Madrid del fango quiere imponer un rodillo uniformador que no entiende nuestra Navarra plural”, ha reprochado, acusando a UPN de estar repitiendo la estrategia de desgaste del verano de 2019.
A la vez, ha prometido medidas de regeneración: una auditoría interna del partido, una triple auditoría de contratos vinculados a las empresas investigadas y una futura reforma de la ley de transparencia. También ha recordado la creación de una comisión de investigación en el Parlamento de Navarra.
La presidenta ha finalizado reafirmando su intención de seguir en el cargo. “Vamos a seguir. Vamos a completar la legislatura y a seguir siendo el referente del progreso”, ha sentenciado. Ha advertido además que “quien tenga que pagar, pague”, pero ha descartado que ella u otros miembros del Ejecutivo tengan responsabilidad alguna.
Sin embargo, su prolongada ausencia, el silencio en torno al escándalo de Cerdán y la falta de explicaciones sobre los sobrecostes en las obras públicas alimentan las críticas por una actitud que muchos consideran evasiva y opaca en uno de los momentos más delicados de su mandato.