La portavoz, María Solana, solo ha confirmado que el Gobierno foral no estará en los actos de Bayona organizados por los intermediarios de ETA.
El Gobierno de Navarra juega una vez más al despiste en un tema polémico y no aclara si participará de algún modo en el desarme de la banda terrorista ETA fijado para este próximo 8 de abril.
La portavoz del Ejecutivo, María Solana, no ha querido responder tras el Consejo de Gobierno si se ha requerido, por parte de los denominados 'artesanos de la paz' (facilitadores en la entrega de armas), la presencia de representantes de la Administración foral para dar legitimidad institucional al acto programado por los etarras.
"No voy a entrar a detallar", ha asegurado Solana tras ser preguntada si el Gobierno de Barkos estará presente en dicho acto físico fijado para este sábado. "La presidenta ya anunció cuál era el compromiso del Gobierno y la responsabilidad que está dispuesta a asumir en este proceso hacia la paz", ha asegurado la portavoz del Ejecutivo navarro.
En este sentido, María Solana ha sentenciado que "el Gobierno de Navarra va a estar donde tenga que estar para impulsar y ayudar en lo que pueda en el avance del camino hacia la paz". Al mismo tiempo, la portavoz ha confirmado que la presidenta foral, Uxue Barkos, "está informada permanentemente de cómo se está desarrollando el desarme".
Sin embargo, el Ejecutivo de Barkos ha confirmado, al igual que ya lo hizo el Gobierno vasco, que no estará presente en los actos festivos que buscan celebrar el desarme de ETA en la localidad francesa de Bayona y que, al parecer, está organizado por los propios intermediarios de la banda terrorista.
"Es un programa de actos para el que no se ha previsto la presencia del Gobierno de Navarra", ha confirmado la portavoz Solana.
Con motivo del desarme de ETA, Bayona va a acoger una serie de celebraciones este fin de semana en el que los intermediarios de ETA están pidiendo apoyo institucional como aportaciones económicas para sufragar sus gastos. Además, a través de una página web se reclama, entre otras cosas, voluntarios para el montaje o "personal de seguridad".
Por su parte, tanto el Gobierno francés como el español han decidido desmarcarse de cualquier acto que tenga que ver con los terroristas.
