Más que un tren parece una villavesa. No tiene asientos para todos, Se detiene en todas las estaciones haya o no viajeros, tarda una eternidad en hacer un trayecto, te congelas en invierno y te asas en verano; y sobre todo, venden muchos más billetes que personas caben en sus vagones. Lo del tren Pamplona-Zaragoza raya lo inhumano, pero es un problema que el gobierno de Pedro Sánchez, representado en su polémico ministro de Transporte, Óscar Puente, más preocupado de hacer política de bajo nivel que de gestionar, no sabe solucionar.
Vino con pompa y boato a hablar de la Alta Velocidad en Navarra tarde y mal y se encontró con las quejas de cientos, si no miles de usuarios del servicio. El ministro dijo entonces, en julio del año pasado, que para el mes de enero de este año, el trayecto entre Pamplona y Zaragoza lo harían trenes Alaris.
Como no pudo cumplir su promesa, envió los trenes Civia, los antiguos trenes de cercanías, pero casi que el remedio fue peor que la enfermedad. Mucha apariencia por fuera, pero un deficiente servicio a bordo. Un tren pensado para las cercanías, nunca podrá dar un servicio interregional, sin espacio para las maletas, sin asientos suficientes, gente viajando casi 200 kilómetros y casi tres horas sentado en el suelo del vagón...
Entonces se dijo que los trenes nuevos llegarían en abril. Pero tampoco. Y el ministro de enzarzarse con la oposición vuelve a dejar tirados a los navarros y manda a la presidenta de Navarra, María Chivite, a que le disculpe.
Así, la socialista ha dicho este viernes que los trenes entre Pamplona y Zaragoza, "como ya dijo el ministro", van a ser sustituidos, pero ha indicado que "la fecha que se había puesto encima de la mesa era abril, y parece que no se va a cumplir en abril".
En declaraciones a los medios de comunicación, Chivite ha asegurado que "sí habrá un cambio de trenes por unos trenes más modernos, más confortables y se hará, esperemos, lo antes posible".
La presidenta ha comentado que han trasladado este asunto al Ministerio y a la delegada del Gobierno en Navarra, "y esperamos que sea lo antes posible", ha insistido.
Al respecto ha opinado el partido Popular de Navarra, que ha pedido a Chivite que exija al ministro de Transportes, Óscar Puente, que agilice los trámites y asegure el cumplimiento de los plazos para la sustitución de los trenes Pamplona-Zaragoza.
Para el PPN “esta nueva falta de cumplimiento del Gobierno de Sánchez con las infraestructuras de Navarra, aunque esperada, supone la enésima falta de respeto y tomadura de pelo de este Gobierno hacia los navarros”.
“Parece ser que las reiteradas quejas con razón de los numerosos usuarios que con frecuencia realizan este trayecto no son suficientes para un Gobierno que prefiere mirar para otro lado, en lugar de resolver un problema que desde hace mucho tiempo afecta a miles de viajeros y que han hecho públicas sus quejas en reiteradas ocasiones por la deplorable situación en la que tienen que afrontar un recorrido de dos horas y cuarto de duración”.
“Lo que está claro es que en Pamplona se dan mucha prisa para cambiar el nombre a las calles de la ciudad, por supuesto con el beneplácito del Partido Socialista, algo que ni afecta directamente ni se encuentra a buen seguro entre las prioridades de los pamploneses y de los navarros y, sin embargo, se tarda un mundo en responder a una necesidad más que patente, que viene de muy lejos y que sí afecta directamente a la comodidad de miles de usuarios”, han criticado.
Desde el PPN aseguran que “lo de los trenes en Navarra se ha convertido en un disparate y las garantías de cumplimiento de los plazos, en una quimera. Lo estamos viendo con el TAV y lo estamos padeciendo con el convoy que realiza el trayecto entre Pamplona y Zaragoza y a Sánchez y al ministro Puente ni les importa y la presidenta Chivite ni se inmuta”.
“El ministro Puente debería realizar este trayecto a diario sentado en el suelo o sobre su maleta para ver si entonces tendría menos miramientos para exigir que se agilice la homologación de los nuevos trenes”, han advertido los ‘populares’, quienes han señalado que “si al Gobierno de Sánchez poco o nada le importa Navarra, debería ser Chivite la que ejerciera presión para responder cuanto antes a una demanda de miles de pamploneses y navarros, pero como siempre prefiere validar lo que desde el Gobierno central le digan y sumarse a la desidia absoluta de Sánchez y Puente”.
