La presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, ha criticado el 'pin parental' y ha considerado que su implantación supone "un veto ideológico a que los niños puedan acceder a una educación afectivo sexual y a una educación en igualdad, un derecho de todos y todas a pesar de que tengan padres que no estén de acuerdo".
"Eso de que los niños son propiedad de los padres no es así. Los niños tienen derecho a acceder a una educación afectivo sexual y a una educación en igualdad", ha defendido Chivite, a preguntas de los periodistas.
Según ha expuesto la jefa del Ejecutivo foral, "es un compromiso de toda la sociedad trabajar en materias de igualdad y en prevención de abusos sexuales".
Y ha destacado que "no hay mejor manera para trabajar en toda esta prevención que a través de la educación afectivo sexual, que en Navarra se viene aplicando desde hace ya años".
Ha incidido así Chivite en que el 'pin parental' es "un veto a una educación sexual, un veto ideológico a que los niños puedan acceder a una educación afectivo sexual y a una educación en igualdad".
"RECHAZO MÁS ROTUNDO"
La Junta de Portavoces del Parlamento de Navarra ha aprobado una declaración institucional por la que la Cámara muestra su "rechazo más rotundo" a "la introducción de la censura educativa defendida por Vox y apoyada por PP y Ciudadanos".
El texto ha sido presentado por PSN, Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra. Ha contado con el voto en contra de Navarra Suma en los cuatro primeros puntos, mientras que el quinto ha prosperado por unanimidad.
Así, en el primer punto de la declaración se recoge que el Parlamento de Navarra "muestra su rechazo más rotundo a la introducción de la censura educativa defendida por Vox y apoyada por PP y Ciudadanos para manipular los contenidos educativos que se implantan en los centros educativos".
En un segundo punto, la Cámara manifiesta su "firme compromiso" para "combatir los ataques de Vox, PP y Ciudadanos así como de grupos ultraconservadores contra la educación en igualdad y basada en valores democráticos, que ya vivimos la legislatura pasada en Navarra con el llamamiento al boicot y la 'caza de brujas' contra el programa Skolae y sus promotoras".
En el tercero, el Legislativo apoya "la profesionalidad e independencia de toda la comunidad educativa frente a la deriva centralista, adoctrinadora y controladora de los partidos de la derecha".
Y en el cuarto, lamenta "los ataques que determinadas organizaciones de la extrema derecha están llevando a cabo y que menoscaban el derecho a una educación integral y equilibrada del alumnado y a su formación en valores cívicos".
Finalmente, en un quinto punto el Parlamento de Navarra manifiesta su "compromiso" para "garantizar la pluralidad de pensamiento, la enseñanza de principios de igualdad, convivencia, respeto y tolerancia que una sociedad democrática debe transmitir a todos los alumnos y alumnas en la educación obligatoria, tal y como recomienda el Consejo de Europa".
En declaraciones a los medios, el portavoz de Navarra Suma, Javier Esparza, ha pedido a "la extrema izquierda" que "se tranquilice, que ya están gobernando España y Navarra" y ha criticado que "el nacionalismo que ha adoctrinado en las escuelas desde siempre, que ha intentando enseñar que había una entelequia que se llamaba Euskal Herria... que hable de censuras y vetos es indignante; y que la extrema izquierda que está empeñada en que no haya religión en los colegios, en imponer Skolae... que hable de censuras y vetos no tiene un pase; están empeñados en implantar el pensamiento único".
Ha criticado que "se aproveche el pin de Murcia para atacar a la oposición en Navarra", algo "aluncinante". Y ha pedido Esparza que "nos dejen educar a nuestros hijos, que no se metan en la educación de mis hijos".
"De eso se trata, de libertad, de respetar la libertad para elegir a las familias, de no implantar un pensamiento único, el suyo", ha dicho, para señalar que "estamos a favor de la educación afectivo sexual, que se lleva dando en las aulas navarras décadas, pero estamos en contra de que sea como diga el Gobierno, con Skolae".
A su juicio, esta declaración institucional es "un panfleto contra la oposición de Navarra" y "no vamos a tolerar que nadie nos insulte".
El socialista Ramón Alzórriz ha opinado que "Navarra Suma ha comprado el discurso de Vox y no apoya está declaración que atenta contra la igualdad y la convivencia de los niños y niñas de nuestra Comunidad y nuestro país".
"Está clara la deriva de Navarra Suma, que ahora se suma a sus postulados de recorte de derechos", ha expuesto.
Según ha añadido, "cuestionan la educación de nuestros hijos en derechos y libertad, convivencia". "Es muy grave, es un ataque a la educación y a las libertades", ha apuntado, para comentar que "el Gobierno de Navarra está determinado a no poner en marcha ese pin, a fomentar los derechos y libertades de nuestros niños".
La portavoz de Geroa Bai, Uxue Barkos, ha criticado el "mal llamado pin parental", que es "un chip para dirigir a menores". "El conjunto de la sociedad somos quienes debemos cuidar y proteger", ha dicho, para mostrar "preocupación por que UPN no haya podido sacudir los mantras de algunos de sus socios dirigidos por Vox".
Desde EH Bildu, Bakartxo Ruiz ha señalado que éste es un tema "muy grave", que "no se puede enmascarar dentro de la libertad de elección de los padres y madres", "algo que ya vivimos en Navarra, una caza de brujas en torno al programa Skolae".
Ha pedido que "no se permita a estas ideologías sectarias interferir en los derechos del alumnado".
El portavoz de Podemos, Mikel Buil, ha criticado también el "mal llamado pin parental" y ha destacado "nuestra batalla por la lucha por la igualdad". Ha señalado que se suman a la "defensa de la escuela ante los ataques de la derecha" y "ante los ataques que propugnan un adoctrinamiento".
La parlamentaria de I-E, Marisa de Simón, ha señalado que "el pin parental trata de condicionar el currículum básico a los intereses particulares de cada familia" y ha manifestado que "los niños no son propiedad de los padres y las madres; los padres, las madres, la sociedad, los poderes públicos tenemos el deber de proteger a los hijos".
"La educación no está para imponer y la derecha más radical quiere imponer sus principios morales a los demás", ha criticado.
"DESPRESTIGIO DE LA ESCUELA PÚBLICA"
CCOO ha considerado que la propuesta del 'pin parental' "persigue sobre todo el desprestigio de la escuela pública, tratando de construir una sensación social de que en la escuela pública se impone o manipula".
A juicio de la Federación de Enseñanza del sindicato, "precisamente la escuela pública es la que asegura una educación basada en valores universales, fijados estos en los planes educativos, en las diferentes leyes educativas y en tratados internacionales".
"Uno de los objetivos de la educación pública es la de formar a personas capaces de desenvolverse en una sociedad como la nuestra, que es plural. En concreto, uno de los objetivos de la educación pública es la desarrollar capacidades afectivas, la formación en el respeto a los derechos humanos y libertades fundamentales y el reconocimiento de la diversidad afectivo sexual", ha destacado en un comunicado.
Para la Federación de Enseñanza de CCOO, "esta nueva intromisión de la derecha y los sectores más reaccionarios en la enseñanza pública supone actuar con ciertos tics autoritarios, porque paradójicamente ataca a la constitución, la convención sobre los derechos de la infancia y la Ley Orgánica de Educación".
Por último, el sindicato ha defendido que "ningún interés particular, y menos político, debería atacar de forma irresponsable la educación basada en valores universales".
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