El debate político sobre la adjudicación de las obras de los túneles de Belate se ha intensificado en el Parlamento de Navarra. El portavoz de UPN, Javier Esparza, ha asegurado que la “preocupación por la sombra de sospecha” en el proceso de contratación es “mayor” tras las primeras comparecencias de la comisión de investigación, mientras que desde el PSN, el parlamentario Kevin Lucero, ha afirmado que “el relato que la derecha intentaba imponer se ha venido abajo”.
Según ha explicado Esparza, las sesiones celebradas la pasada semana en el Legislativo foral, con la presencia del presidente y el secretario de la mesa de contratación, han incrementado las dudas de su grupo. “Lejos de que se haya aclarado nada, la preocupación es mayor. Nos enteramos de que hay una denuncia en la Oficina Anticorrupción sobre el tercer tramo de la N-121-A. Vamos a ver qué ocurre”, ha señalado.
El portavoz regionalista ha insistido en que la puntuación técnica fue determinante en la adjudicación y ha criticado que “la económica no tuvo ningún peso”. También ha denunciado que el presidente de la mesa de contratación “puntúa teniendo delante todas las valoraciones de sus compañeros”, lo que, a su juicio, “castiga a la empresa que iba primera y termina beneficiando a la UTE Acciona-Servinabar”.
Esparza ha afirmado que “es evidente que existía una línea directa entre el presidente de la mesa, el director general de Obras Públicas y el consejero” y ha calificado como “tremendamente sospechoso” que el presidente “no pueda demostrar” que votó en tercer lugar. “Nos suena a una mentira fabricada, quizá asesorada jurídicamente”, ha añadido.
El líder de UPN en el Parlamento ha adelantado que esta semana no participará en las dos nuevas sesiones de la comisión. “Vamos a cambiar portavoces; hay gente muy capaz en UPN que estará mañana y pasado”, ha indicado.
Por su parte, el socialista Kevin Lucero ha defendido que “el supuesto caso fabricado por la derecha se ha desmoronado”. “A día de hoy no existe ni un solo indicio de corrupción ni de delito. Tanto el presidente como el secretario de la mesa de contratación confirmaron que no hubo injerencias políticas de ningún tipo”, ha subrayado.
Lucero ha acusado a la oposición de “querer embarrar el debate político” y ha insistido en que el Gobierno foral ha actuado con transparencia y rigor. “No vamos a caer en el circo político al que nos quiere arrastrar el trifachito de UPN, PP y Vox”, ha dicho. Preguntado sobre la necesidad de seguir investigando, ha defendido la continuidad de los trabajos de la comisión, aunque ha reiterado que “ninguno de los informes ni comparecencias hasta ahora apuntan a corrupción o delito”.
La portavoz de EH Bildu, Laura Aznal, ha considerado que tras las dos primeras comparecencias “parece que empieza a desmontarse la premisa sobre la cual la derecha ha elaborado todo su relato”. Aun así, ha advertido de que “es pronto para sacar conclusiones” y ha pedido esperar a las próximas declaraciones para “hacer una lectura más global”.
Desde el PPN, Javier García ha sostenido que “hay indicios más que suficientes” para continuar investigando “a pesar de que el Partido Socialista ya parece haber emitido su veredicto”. “Decían que eran bulos, lo mismo que con Santos Cerdán, y ya vimos lo que pasó. Ponían la mano en el fuego por él y hoy está en la cárcel”, ha declarado.
García ha negado que exista una “estrategia para derribar al Gobierno” y ha asegurado que “lo único que busca la oposición es que los navarros sepan lo que verdaderamente ha pasado con la adjudicación de Belate”.