REVISTA
Alfredo Landa, el actor pamplonés que marcó una época y un estilo en el cine español
Se cumplen 10 años de su fallecimiento. Como legado artístico dejó 133 películas y su participación en 16 series de televisión.

Alfredo Landa era de Pamplona, y además ejercía. Nació en la calle San Nicolás, y eso debió marcarle, porque a pesar de que pronto se marchó a vivir a la salacenca localidad de Aribe, junto a la Selva de Irati, lo cual le marcó mucho a lo largo de su vida, lo cierto es que el actor, cuya familia paterna en Pamplona, llevó siempre a la capital navarra en el corazón y a todo el mundo explicaba lo navarro y pamplonés que se sentía.
Este martes se cumplen 10 años de su fallecimiento el 9 de mayo de 2013 en Madrid como consecuencia de un ictus cuando había cumplido los 80 años de edad, pero en el recuerdo, nos deja sus dotes para la interpretación que tuvo la oportunidad de plasmar en 133 películas y 16 series de televisión para las que trabajó en 45 años de carrera.
En su biografía, el escritor y periodista Alberto López Echevarrieta relata que cursó estudios universitarios de Derecho en Madrid, pero muy pronto se dio cuenta de que su pasión era la interpretación. Fue uno de los fundadores de la compañía Teatro Español Universitario, para la que interpretó unas cuarenta comedias y teatro clásico, ganando el Premio Nacional de Interpretación.
Su primer contacto profesional en el mundo del cine fue como actor de doblaje, poniéndole voz a Richard Widmark con la frase “Escucha: conocí a una mujer en este bar hace seis meses y un día. Yo le rogué que cantara. Lo hizo y su canción me enterneció”. Alfredo Landa, pasó cuatro años doblando películas.
Su primer trabajo profesional en el mundo de la interpretación fue sobre las tablas como actor de reparto en 'La felicidad no lleva impuesto de lujo'. De hecho, Landa databa el comienzo de su carrera en el 29 de mayo de 1961, la fecha del estreno de aquella obra. Y desde ahí, fue un no parar.
En 1977 dejó los teatros para dedicarse de lleno al cine. Aseguran que se encasilló en papeles cómicos, lo que le sirvió para prestarle nombre a una realidad social en la España de los 60 y los 70 del siglo pasado: el deseo del españolito medio de dejar atrás situaciones de hambre y de carencia de postguerra y progresar en la jerarquía del consumo. A aquel movimiemnto, se le llamó Landismo.
Además del mencionado Premio Nacional de Interpretación, Alfredo Landa cosechó docenas de reconocimientos más. Su interpretación de Paco el Bajo en Los santos inocentes le supuso en 1984 el Premio de Interpretación del Festival de Cannes, compartido con Francisco Rabal, y también el Premio de la Asociación de Cronistas de Espectáculos de Nueva York.
En España se hizo acreedor en la primera edición de los Goya del premio al mejor actor con la película El bosque animado, galardón que obtuvo por segunda vez en 1992 con La marrana. Dos Goyas y cinco nominaciones más hablan del mérito de este navarro, que se retiró en 2007 a los setenta y cuatro años de edad. Ese año, la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de España le concedió el Goya de Honor.
Vivía en Madrid, pero se escapaba a Pamplona siempre que podía. No era extraño verlo en la calle el 7 de julio o en la primera fila del Teatro Gayarre en San Fermín viendo las obras que solía traer el también pamplonés Pedro Osinaga.
Recibió encantado del entonces presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, el premio Príncipe de Viana de la Cultura en 2008, y a su fallecimiento, Pamplona decidió dar su nombre a un parque en el recién creado barrio de Lezkairu.
Fanático del fútbol, en docenas de ocasiones explicó que se sentía de Osasuna, aunque en su juventud, cuando vivía en San Sebastián, fuera muchas veces al viejo estadio de Atocha a ver a la Real Sociedad, o que simpatizara con el Atlético de Madrid. En 2005 colaboró con Fundación Osasuna prestando su voz para un spot en el que se promocionaban los valores que encarna la entidad rojilla.
1957
El puente de La Paz, de Rafael J. Salvia
1962
Atraco a las tres, de José María Forqué.
1963
La verbena de la Paloma, de José Luis Sáenz de Heredia.
El verdugo, de Luis García Berlanga.
Se vive una sola vez, de Arturo González.
1964
La niña de luto, de Manuel Summers.
Casi un caballero, de José María Forqué.
Llegaron los marcianos, de Castellano y Pipolo.
Nobleza baturra, de Juan de Orduña.
1965
Historias de la televisión, de José Luis Sáenz de Heredia.
Whisky y vodka, de Fernando Palacios.
Ninette y un señor de Murcia, de Fernando Fernán Gómez.
La ciudad no es para mí, de Pedro Lazaga.
Hoy como ayer, de Mariano Ozores.
De cuerpo presente, de Antonio Eceiza.
1966
Nuevo en esta plaza, de Pedro Lazaga.
El arte de no casarse, de Jorge Feliú y J. M. Font Espina
El arte de casarse, de Jorge Feliú y J. M. Font Espina
Las viudas (episodio), de José María Forqué.
Amor a la española, de Fernando Merino.
Los guardiamarinas, de Pedro Lazaga.
¿Qué hacemos con los hijos?, de Pedro Lazaga.
Las cicatrices, de Pedro Lazaga.
Despedida de casada, de Juan de Orduña.
1967
Crónica de 9 meses, de Mariano Ozores.
Pero... ¿en qué país vivimos?, de José Luis Sáenz de Heredia.
Las que tienen que servir, de José María Forqué.
Novios 68, de Pedro Lazaga.
Cuarenta grados a la sombra, de Mariano Ozores.
Los que tocan el piano, de Javier Aguirre.
1968
No somos de piedra, de Manuel Summers.
Los subdesarrollados, de Fernando Merino.
Un diablo bajo la almohada, de José María Forqué.
La dinamita está servida, de Fernando Merino.
Una vez al año, ser hippy no hace daño, de Javier Aguirre.
¿Por qué te engaña tu marido?, de Manuel Summers.
1969
No disponible, de Pedro Mario Herrero.
Las leandras, de Eugenio Martín.
Cuatro noches de boda, de Mariano Ozores.
Soltera y madre en la vida, de Javier Aguirre.
1970
La decente, de José Luis Sáenz de Heredia.
Cateto a babor, de Ramón Fernández.
No desearás al vecino del quinto, de Ramón Fernández.
El diablo cojuelo, de Ramón Fernández.
Vente a Alemania, Pepe, de Pedro Lazaga.
Si estás muerto, ¿por qué bailas?, de Pedro Mario Herrero.
Préstame quince días, de Fernando Merino.
El alma se serena, de José Luis Sáenz de Heredia
1971
Aunque la hormona se vista de seda, de Vicente Escrivá.
No desearás la mujer del vecino, de Fernando Merino.
Los días de Cabirio, de Fernando Merino.
Vente a ligar al Oeste, de Pedro Lazaga.
Simón, contamos contigo, de Ramón Fernández.
Los novios de mi mujer, de Ramón Fernández.
1972
¡No firmes más letras, cielo!, de Pedro Lazaga.
Guapo heredero busca esposa, de Luis María Delgado
París bien vale una moza, de Pedro Lazaga.
Pisito de solteras, de Fernando Merino.
1973
Las estrellas están verdes, de Pedro Lazaga.
Manolo la nuit, de Mariano Ozores.
Jenaro, el de los 14, de Mariano Ozores.
Un curita cañón, de Luis María Delgado.
El reprimido, de Mariano Ozores.
1974
Dormir y ligar: todo es empezar, de Mariano Ozores.
Las obsesiones de Armando, de Luis María Delgado.
Fin de semana al desnudo, de Mariano Ozores.
Cuando el cuerno suena, de Luis M. Delgado.
1975
Solo ante el streaking, de José Luis Sáenz de Heredia.
Los pecados de una chica casi decente, de Mariano Ozores.
Tío ¿de verdad vienen de París?, de Mariano Ozores.
Esclava te doy, de Eugenio Martín.
Mayordomo para todo, de Mariano Ozores.
1976
Alcalde por elección, de Mariano Ozores.
El puente, de Juan Antonio Bardem.
1977
Borrasca, de Miguel Ángel Rivas.
Celedonio y yo somos así, de Mariano Ozores.
1978
Historia de S, de Francisco Lara Polop.
El rediezcubrimiento de México, de Fernando Cortés.
1979
Las verdes praderas, de José Luis Garci.
Paco el seguro, de Didier Haudepin.
El alcalde y la política, de Luis María Delgado.
Polvos mágicos, de José Ramón Larraz.
1980
El canto de la cigarra, de José María Forqué.
Préstame a tu mujer, de Jesús Yagüe.
El poderoso influjo de la luna, de Antonio del Real.
Forja de amigos, de Tito Davison.
1981
El crack, de José Luis Garci.
Profesor Eroticus, de Luis María Delgado.
La próxima estación, de Antonio Mercero.
1982
Piernas cruzadas, de Rafael Villaseñor.
Un Rolls para Hipólito, de Juan Bosch Palau.
1983
El crack II, de José Luis Garci.
Las autonosuyas, de Rafael Gil.
1984
Los santos inocentes, de Mario Camus.
Una rosa al viento, de Miguel Iglesias.
1985
Los paraísos perdidos, de Basilio Martín Patino.
La vaquilla, de Luis García Berlanga.
1986
Bandera negra, de Pedro Olea.
Tata mía, de José Luis Borau.
1987
¡Biba la banda!, de Ricardo Palacios.
El pecador impecable, de Augusto M. Torres.
El bosque animado, de José Luis Cuerda.
1988: Sinatra, de Francesc Betriu.
1989
El río que nos lleva, de Antonio del Real.
Bazar Viena, de Amalio Cuevas.
1991
Marcelino, pan y vino, de Luigi Comencini.
1992
Aquí el que no corre, vuela, de Ramón Fernández.
La marrana, de José Luis Cuerda.
1994
Canción de cuna, de José Luis Garci.
Por fin solos de Antonio del Real.
1995
El rey Del Río, de Manuel Gutiérrez Aragón.
1996
Los Porretas, de Carlos Suárez.
2000
El árbol del penitente, de José María Borrell.
2002
Historia de un beso, de José Luis Garci.
El refugio del mal, de Félix Cábez.
2003
La luz prodigiosa, de Miguel Hermoso.
El oro de Moscú, de Jesús Bonilla.
2004
Tiovivo c. 1950, de José Luis Garci
2007
Luz de domingo, de José Luis Garci.
El Arca de Noé, de Juan Pablo Buscarini (voz, como Dios).13
Gran Teatro (1962) - 1 episodio
El hombre, ese desconocido (1963) - 1 episodio
Confidencias (1963-1965) - 8 episodios
Primera fila (1964-1965) - 3 episodios
Escuela de maridos (1964) - 2 episodios
Estudio 1 (1965-1966) - 3 episodios
El tercer rombo (1966) - 1 episodio
Tiempo y hora (1966-1967) - 12 episodios
Ninette y un señor de Murcia (1984) - 3 episodios
Tristeza de amor (1986) - 13 episodios
Media naranja (1986) - 1 episodio
El Quijote de Miguel de Cervantes (1991) - 5 episodios
Lleno, por favor (1993) - 13 episodios
Por fin solos (1995) - 11 episodios
En plena forma (1997) - 6 episodios
Los Serrano (2003) - 3 episodios
Los caciques (1962), de Carlos Arniches.
La loca de Chaillot (1962), de Jean Giraudoux.
La difunta (1962), de Miguel de Unamuno.
Eloísa está debajo de un almendro (1962), de Enrique Jardiel Poncela.
Los verdes campos del Edén (1963), de Antonio Gala.
Ninette y un señor de Murcia (1964), de Miguel Mihura.
Un paraguas bajo la lluvia (1965), de Víctor Ruiz Iriarte.
El alma se serena (1968), de Juan José Alonso Millán.