Los seis astados, que mañana 12 de julio recorrerán las calles de Pamplona en el sexto encierro de los Sanfermines, ya duermen en los corrales de Santo Domingo.
Como viene siendo habitual cada anochecer, se produce el tradicional encierrillo. En este recorrido, los astados son trasladados por los pastores desde los corralillos del Gas, hasta los de Santo Domingo, donde pernoctarán hasta el encierro de la mañana siguiente.
El recorrido, de unos 440 metros, se hace en silencio y con poca luz, donde los toros son guiados por los pastores. El recinto se cierra al público y solo se permite la entrada de 350 pases diarios por lo que 2.800 personas son las afortunadas de ver estos segundos de recorrido.
El personal de Carpintería hermanos Aldaz se encarga cada noche de montar y desmontar en pocos minutos el vallado para delimitar el recorrido de los toros hasta los corrales.
Solo poco más de un centenar de personas puede seguir cada atardecer este espectáculo que concentra solemnidad y adrenalina al ver de cerca a los animales que protagonizarán el siguiente encierro.
Como suele ser tradición, un toque de cornetín anuncia que el corral de llegada (Santo Domingo) está libre. Un guardia en el puente de la Rochapea, al oírlo, da un segundo toque avisando que la subida a los corrales está también despejada.
La ganadería de los Núñez del Cuvillo lleva 10 años acudiendo a los Sanfermines. Lo hará por cuarto año consecutivo, una vez que su presencia en Pamplona ha sido irregular a lo largo de la historia
Hasta el año pasado, todos los encierros de Cuvillo que durasen más de 2 minutos y 40 segundos acababan con algún corredor corneado. El año pasado, pese a superar ese tiempo, no hubo ninguna incidencia grave. Por el contrario, si duran menos de 2 minutos y 30 segundos no suelen dejar heridos por asta.
Hasta en 3 ocasiones los toros de Cuvillo han estado por las calles de Pamplona más de 3 minutos: 4 minutos y 41 segundos en 2004, 3 minutos y 44 segundos en el 2000 y 3 minutos y 32 segundos en 1995.
Pese a ser una de las ganaderías predilectas por las figuras, curiosamente el hierro de Cuvillo nunca ha ganado el trofeo de la Feria del Toro ni el Carriquiri.