El rejoneador estellés ha cortado 4 orejas y ha compartido puerta grande con Leonardo Hernández en una sensacional corrida de El Capea.
Pablo Hermoso de Mendoza ha vuelto a arrollar a su paso por Pamplona con 4 orejas y su enésima puerta del encierro. En este caso, con una magnífica corrida de los toros de El Capea, la ha compartido con el debutante Leonardo Hernández, que ha cuajado una muy buena faena en el segundo de la tarde.
El rejoneador de Noáin Roberto Armendáriz no ha tenido suerte y, a pesar de intentarlo, ha fallado en ambos toros con el rejón de castigo. Quizá le haya podido la presión del éxito fulgurante de sus dos compañeros de terna, que han pasado como una apisonadora por la Feria del Toro.
Tarde de mucho calor en Pamplona, prácticamente lleno en la plaza, con algunos huecos precisamente en los tendidos de sol. Sensación térmica de 32 grados cuando ha comenzado el festejo.
Seis toros de El Capea, con los hierros de San Pelayo y El Capea. De magnífico juego, en especial primero y cuarto, al que dieron la vuelta al ruedo.
Pablo Hermoso de Mendoza: Dos orejas y dos orejas.
Leonardo Hernández: Dos orejas y silencio.
Roberto Armendáriz: palmas y palmas.
Presidencia: Pedro Bañales, asesorado por Fernando Moreno y César Fernández. Correcto, quizá algo generoso en la segunda oreja a Pablo Hermoso de Mendoza en el primer toro.
PRIMER TORO
Recibe Pablo Hermoso de Mendoza al primer toro con el caballo Napoléon, un precioso tordo lusitano, con el que cosecha los primeros aplausos de la tarde, llevando muy bien al toro y encelándolo con la grupa.
Para las banderillas Pablo ha llevado por las tablas al toro con el caballo Berlín por prácticamente todo el ruedo, lo que ha enloquecido al público, que se ha levantado para aplaudir al caballero navarro. Magnífica banderilla al quiebro y de nuevo se lleva al toro por las tablas, donde ha sacado al toro a los medios para la segunda banderilla.
El público está hoy especialmente volcado con Pablo Hermoso de Mendoza, que está cuajando una faena realmente emocionante y con mucha clase.
Con las banderillas cortas, Hermoso de Mendoza ha montado a Pirata, si bien el toro se ha parado ya mucho y Pablo ha decidido entrar a matar de forma rápida y efectiva.
DOS OREJAS para Pablo Hermoso de Mendoza, que volverá a abrir la puerta grande de Pamplona.
SEGUNDO TORO
Ha recibido Leornardo Hernández a su primer oponente, mucho más parado y menos encelado con el caballo que el primero de la tarde. Este segundo se llama Ignorado y Hernández lo ha recibido con el caballo Dalí y con Calimocho, con el que se ha esmerado en banderillas, pero la conexión con el público ha sido muy distinta que con Pablo Hermoso de Mendoza.
Ha fallado el rejoneador con en la segunda banderilla, que se le ha quedado muy delantera.
Con el caballo Sol un precioso Albino lusitano ha vuelto a conectar con el público y el toro se ha venido arriba, al igual que el público. Han sido los mejores momentos de la faena.
Ha sido con el caballo Despacio, que se ha levantado en varias ocasiones con las cuatro patas por encima del suelo, ha hecho vibrar a la plaza, que se ha volcado con las banderillas cortas. El toro en todo momento ha permanecido en el centro del ruedo, dejándose hacer, sin colaborar, pero Leonardo Hernández ha sabido también sacar provecho a la poca disposición del animal.
Ha colocado el rejón de muerte de manera muy efectiva y el toro ha rodado de forma fulminante. Petición de oreja sin paliativos.
DOS OREJAS también para Leonardo Hernández.
TERCER TORO
Le han puesto las cosas muy complicadas a Roberto Armendáriz sus compañeros de terna con doble puerta grande, pero el rejoneador de Noáin sale muy dispuesto con Malibú desde el principio para intentar el éxito con el toro Jicarón, un toro profundo y muy cuajado de casi 600 kilos.
Ha estado francamente bien Roberto Armendáriz con las banderillas, muy bien colocadas al quiebro mientras la banda interpretaba el pasodoble Nerva,
Con el caballo Prometido ha sido con el que ha tratado Roberto Armendáriz de llevar mejor al toro y con el que ha podido conectar también mejor con el público. El toro ha comenzado ha dar muestras de escasez de fuerzas, pero Armendáriz ha sido ambicioso en todo momento.
Ha salido el rejoneador de Noáin con el caballo Duende dispuesto a culminar la faena con tres banderillas cortas muy seguidas, pero le ha faltado transmisión al toro para que la faena fuera más redonda.
El toro se ha ido poco a poco a tablas, lo que ha dificultado a Hernández poder entrar a matar. Falla con el rejón de muerte en tres intentos, para finalmente colocar medio trasero y caído. El toro doble después de varios intentos con el descabello.
Aplausos a Roberto Armandáriz, que lo ha intentado y que emplaza al público para el sexto toro.
CUARTO TORO
Recibe Pablo Hermoso de Mendoza al cuarto de la tarde con Ágora, un caballo castaño con el que ha hecho muy bien las cosas y con el que ha colocado a la perfección el rejón de castigo. El toro, Presumido, de 597 kilos, se ha encelado rápidamente.
Se ha notado en este toro que el público ha pasado al bocadillo, porque le ha costado mucho más a Pablo Hermoso de Mendoza recibir los aplausos del público a pesar de lo bien que ha colocado las banderillas con Disparate, con el que ha triunfado con sus hermosinas.
Ha escogido Hermoso de Mendoza a Donatelli para seguir con las banderillas y conseguir volver a meterse al público en el bolsillo. Ha toreado con riesgo, muy cerca y permitiendo que el toro rozara con sus pitones la cabalgadura.
Ha salido el estellés con Pirata para el tercio de banderillas cortas, colocadas con gran eficacia y concluyendo con un prolongado teléfono sobre la cornamenta del toro.
Punto cumbre ha sido el par de banderillas cortas a dos manos sobre Pirata: el público se ha puesto en pie. Hermoso de Mendoza ha conseguido hacer fácil y sencillo lo más difícil.
Ha matado a la primera y el público ha pedido sin contemplaciones las dos orejas, concedidas.
DOS OREJAS y vuelta al ruedo al toro Presumido, que ha dado un gran juego.
En la vuelta al ruedo, Hermoso de Mendoza ha invitado para acompañarle al mayoral de la ganadería.
QUINTO TORO
De nuevo turno para Leonardo Hernández, que ha colocado un efectivo rejón de castigo, un poco trasero, que el toro, Botijero, de 550 kilos, ha acusado.
Ha pedido Hernández a sus subalternos que no tocaran al toro en el cambio de caballo y ha montado a Amatista para las banderillas, tratando de llevarse al toro por las tablas, sin mucho recorrido.
El toro se ha mostrado pronto parado y lo ha intentado el rejoneador con el caballo Despacio al quiebro en las banderillas. No ha acompañado en este caso el de El Capea, que ha demostrado calidad, pero poca fuerza.
Ha estado muy bien Leonardo Hernández en las banderillas cortas y ha colocado también una rosa, con el riesgo de retrasar la faena para entrar a matar. Tanto que el toro se ha terminado por echar en el centro del ruedo antes del rejón de muerte.
Ha colocado algo menos de medio rejón en lo alto y el toro ha caído de forma rápida, dando así punto final a una faena sin tanto brillo y con los tibios aplausos del público.
SEXTO TORO
Momento para que Roberto Armendáriz intente salir con sus compañeros de tarde por la puerta grande. Ha recibido el rejoneador de Noáin al último de la tarde, Botijero II, de 580 kilos, con el caballo Malibú, castaño y adornado con castañetas.
Bastante despistado el toro en el inicio, le ha venido muy bien el rejón de castigo para poder embarcarlo en el caballo y girarlo muy bien en redondo.
Ha seguido con las banderillas, citando desde muy lejos y colocando al quiebro para volver a conectar con el público, que se había enfriado en el último toro de la tarde.
Con el caballo Farruco y las banderillas largas ha vuelto a llevar la emoción a los tendidos de un público deseoso finalmente de ver triunfar también al tercer caballero de la tarde.
Con Duende ha abordado Roberto Armendáriz las últimas banderillas cortas y el rejón de muerte, pero no ha vuelto a tener suerte el rejoneador de Noáin, que lo ha conseguido a la tercera.
Aplausos considerados del público y tristeza en el joven rejoneador, que se ha ido de vacío mientras sus compañeros disfrutaban de la gloria de la puerta grande.
