4ª DE FERIA - 8 DE JULIO
8 de julio: 25 años sin cortar dos orejas a un Cebada Gago
Si triunfar en Pamplona no es tarea fácil, menos aún lo es si se torean toros de Cebada Gago.
Si triunfar en Pamplona no es tarea fácil, menos aún lo es si se torean toros de Cebada Gago.
Manuel Escribano, Rubén Pinar y Juan del Álamo tienen una difícil papeleta por delante. Pero de lograrlo, la satisfacción será doble. Estos son los datos, claves y curiosidades del cuarto festejo de San Fermín.
Cebada Gago, un hierro histórico en Pamplona. Además de ser una de las ganaderías que más ha lidiado en San Fermín, también tiene un amplio palmarés. Hasta en 4 ocasiones ha ganado el premio al mejor toro: Trepador (1990), Pandero (1992), Manzanillo (1998) y Segaor (2007) y siete veces el galardón a la mejor corrida de toros: 1986, 1990, 1992, 1999, 2001, 2006 y 2012.
Adiós a la quimera de triunfar con los Cebada. 20 años tuvieron que pasar para volver a ver a un torero salir a hombros de Pamplona con toros de este hierro. Lo logró en 2018 Octavio Chacón, consiguiendo lo que no lograba nadie desde Pepín Liria en 1998.
El siguiente reto. Una vez que acabó la “maldición” de no triunfar con los Cebada, Escribano, Pinar y Juan del Álamo tienen la oportunidad de lograr lo que no sucede desde 1994: Pasear las dos orejas de un toro de Cebada. El último torero que lo consiguió fue Jesulín de Ubrique.
Un tabacazo tras otro. Manuel Escribano es un diestro muy castigado por los toros. Entre otros percances, en 2013 estuvo a punto de perder la vida tras sufrir la rotura de la vena iliaca en Sotillo de la Adrada, perdiendo cuatro litros de sangre; en 2016 en Alicante sufrió una gravísima cornada en el triángulo de Scarpa que le arrancó safena y femoral, así como evisceración del testículo. Este pasado 30 de mayo también fue al hule en Madrid, con una cornada de 25 cms. que contusionó femoral, rodeó fémur y le provocó grandes destrozos.
Manuel Escribano en Pamplona. El torero sevillano regresa a San Fermín tras un año de ausencia. Será su quinto paseíllo en una plaza en la que nunca ha salido a hombros, si bien ha paseado dos trofeos.
Rubén Pinar. El albaceteño es el único torero de la terna que sabe lo que es triunfar en San Fermín. Este año celebra su décimo aniversario desde que salió a hombros, con una corrida de Jandilla – Vegahermosa. En otras cuatro ocasiones se ha quedado a un trofeo de volver a abrir la Puerta Grande.
La oreja que se resistía. A Juan del Álamo le ha costado entrar en Pamplona. Tras cuatro años consecutivos sin saber lo que era puntuar en San Fermín, el año pasado cortó la primera oreja como matador en esta plaza, precisamente a un toro de Cebada Gago.
Ídolos salmantinos. En los últimos 70 años, tres toreros nacidos en Salamanca han sido auténticos ídolos para los aficionados pamplonicas: El Viti, Niño de la Capea y Julio Robles. Incluso al primero de ellos, en 1962, los mozos le dedicaron una canción tras cortar un rabo a un Gamero Cívico: “El Viti es cojonudo, como El Viti no hay ninguno”. Canción censurada y disfrazada por los medios de la época: “El Viti es pistonudo”. Veremos si Juan del Álamo se convierte en el próximo salmantino en triunfar en San Fermín.
El día maldito. Casualidad o no, llevamos más de 20 años sin ver a un torero salir a hombros un 8 de julio. Él último torero que lo consiguió fue Víctor Puerto en 1998 con una corrida de Conde de la Corte. ¿Se podrá fin al día menos propicio para triunfar en todas las fiestas?
Cartel inédito. Es la primera vez que Manuel Escribano, Rubén Pinar y Juan del Álamo torean los tres juntos. Este cartel nunca se había producido en ninguna plaza.
Roja y verde