Entre risas, gritos, llanto y vítores se reúnen familias y amigos en torno a la estación de autobuses de Pamplona para recibir a las figuras más aclamadas de San Fermín.
Cinco horas después del Chupinazo, llega el turno para los más pequeños de la casa de pasarlo bien en estos Sanfermines. Y qué mejor manera de disfrutar por las calles de Pamplona que acompañado por la Comparsa de gigantes y cabezudos al completo.
A las 17 horas del 6 de julio, los ocho gigantes salen danzando por la salida de autobuses. Le siguen los seis cabezudos, los kilikis y los zaldikos, estos dos últimos listos para molestar a quien se le ponga por delante.
Las familias que esperaban la aparición de estos conocidos personajes se sientan incluso en el césped, bocadillo en mano, como hacen los padres de Íñigo y Vega.
"Es la primera vez que los peques vienen con nosotros a San Fermín. Mi marido es de Pamplona de toda la vida y él ha vivido las fiestas desde siempre. Ahora que vivimos en Madrid es más complicado venir, pero queríamos traerlos con nosotros esta vez por lo menos. Vamos, ellos están encantados con el ambiente", cuenta la madre.
Íñigo y Vera, de 10 y 7 años respectivamente, no conocen muy bien a los miembros de la comparsa, pero algún favorito ya tienen. "A mí me gusta mucho el rey que tiene la barba y la corona. Aunque el moreno también me parece guay. Todos me hacen gracia porque hay algunos con la cara muy rara", añade Vera mientras se terminaba su bocadillo.
Hay también niños más pequeños que se vuelven aficionados de la Comparsa, como es el caso de Jon Josu y sus padres. "Son los segundos Sanfermines a los que viene mi hijo, y mi mujer y yo los hemos vivido toda la vida. Mi hijo se queda fascinado con la Comparsa", explica el padre del niño de 4 años.
"Le compramos una camiseta con algunos gigantes y kilikis que le gustan mucho. Napoleón le hace mucha gracia y cuando ve al rey europeo, a Josemiguelerico, se lo queda mirando todo el rato, no le podía quitar el ojo de encima", continua el padre.
Al igual que las familias esperan a los gigantes y su séquito, hay grupos de amigos que también lo hacen. Lya y Fausto no sabían que la Comparsa pasaba por ahí. "Acabamos de venir del centro que nos hemos separado del resto de nuestros amigos. Íbamos a buscarlos, pero a lo mejor nos quedamos a ver los gigantes aquí", comenta Lya.
"Lo más seguro es que después de ver lo que pasa por aquí, volvamos a por el resto del grupo para seguir con la fiesta. El ambiente está muy animado y queremos salir hasta muy tarde hoy", finaliza la joven.
