Es más que tradición en San Fermín que grupos o cuadrillas de gente vayan a festejar comiendo en sus lugares favoritos. Hay incluso algunos que, no contentos con comer una vez, vuelven el resto de días de la semana al mismo establecimiento.
Esta es la situación del conocido restaurante Ñam del paseo Pablo Sarasate 26. Alberto Aguado Ortega, responsable de marketing del establecimiento, menciona que aunque la cadena Ñam empezó en La Morea, el de Sarasate "tiene la ventaja de estar en el centro de la ciudad".
El local, que se abrió en el Segundo Ensanche de Pamplona hace 14 años, presenta todos los años un menú para San Fermín. "Hay un menú para adultos y luego un menú infantil. Antes cambiábamos el menú todos los años, pero los clientes nos pedían que en vez de hacer eso trajéramos los mismos platos", explica Aguado sobre este menú de 33 euros que tiene mucho éxito.
Sin embargo, en el restaurante ofrecen otra opción al cliente si no quiere menú: "Durante todo el año mantenemos la dinámica de menú y carta. Nuestra carta es bastante amplia, tanto la de San Fermín como la habitual. La carta de platos de San Fermín es muy similar a la de siempre solo que contiene los platos que más gustan a los clientes", continúa el responsable.
Durante esta semana, Aguado detalla la organización que siguen dentro del restaurante. "Por la mañana empezamos sirviendo café, churros y chocolate. Ya a las 9 de la mañana estamos sirviendo los almuerzos en la terraza. Los que no quieren almorzar, se toman un vermut y a la 1 de la tarde ya estamos haciendo la comida. Nosotros no cerramos la cocina hasta las 12 de la noche", comenta.
Por otro lado, Ñam triunfa también por sus bocadillos: "Bocadillos vendemos muchísimo durante San Fermín. Solemos vender entre 300 y 400 diarios. El 90% de esos bocadillos se venden entre las 9:30 y las 11:30 de la noche. De hecho, los hacemos en el momento y tenemos a una persona continuamente preparándolos y otra dándolos", relata.. Entre los más solicitados están los de tortilla, lomo, pechuga de pollo, jamón, etc.
Además, desde el local se sorprenden con la ocupación que han tenido para el San Fermín este año. "Este año hemos llenado casi todas las mesas, aún tenemos algunas libres, pero muy poquitas. Llevamos desde diciembre casi completos, cosa que no ocurrió en ningún otro año. Los días 6 y 7 estamos sin mesas, pero el resto de días todavía quedan sitios", cuenta Aguado.
Y las mesas las han llenado todo tipo de personas: "Tenemos clientes de Valencia, de Madrid, de Andalucía. Muchos con relación al mundo del toro también. Los extranjeros vienen mucho. Franceses, estadounidenses y mexicanos. Los extranjeros es más complicado que repitan, pero alguno de México ha venido más de una vez", añade Aguado.
Como es lógico, mucha de su clientela vuelve al restaurante. "Regresan por la comida. El cliente británico, por ejemplo, que viene a almorzar por primera vez, vuelve a almorzar otros días también. Luego tenemos personal que habla varios idiomas y eso para los de fuera de España es muy cómodo", afirma.
Afortunadamente, ellos cuentan con su personal de confianza para aguantar la semana. "Los camareros que solemos contratar para San Fermín son siempre los mismos. Eso es muy importante por todo el tema de las rotaciones y turnos. Si conoces de hace mucho a las personas que vienen a trabajar, todo se vuelve más sencillo y fluido. Con eso logramos un buen ambiente de trabajo y el cliente lo nota", asegura el de marketing.
Aguado ve al personal del Ñam más que preparado para afrontar los retos de San Fermín y se anima diciendo que "planteamos San Fermín con optimismo, en principio todo va sobre ruedas y todavía nos quedan huecos por si alguien quiere venir a comer en el último momento. Vamos a tope con la semana".
