• jueves, 18 de abril de 2024
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TERRORISMO

Acercan al profesor de una ikastola de Pamplona que quiso explotar un tren Irún-Madrid repleto de gente

Gorka Loran integraba junto a Garikoitz Arruarte un comando de ETA instalado en Pamplona.

Garikoitz Larruarte y gorka Loran durante el juicio por el intento de atentado. EFE
Garikoitz Arruarte y Gorka Loran durante el juicio por el intento de atentado. EFE

El Ministerio del Interior ha notificado este viernes 12 de febrero el acercamiento de otros cinco presos etarras a cárceles del País Vasco o comunidades autónomas cercanas.

Juan Carlos Subijana, Agustín Almaraz, Jon Kepa Preciado, Víctor Franco y Gorka Loran serán trasladados a nuevos centros penitenciarios en los próximos días. Este último, concretamente, pasará de del Centro Penitenciario Dueñas en Palencia a la prisión de Zaballa en Álava.

Gorka Loran Lafourcade fue condenado a 2775 años de prisión por los 28 kilos de dinamita colocados en el Intercity Madrid-Irún en la Nochebuena de 2003. Un intento de atentado que tenía como objetivo producirse a la llegada del tren repleto de gente a la estación de Chamartín y que pudo ser desarticulado por la Policía Nacional en Burgos.

Los hechos comenzaron a primera hora de la mañana de aquel día cuando Garikoitz Arruarte Santacruz, un miembro no fichado de ETA, de 24 años y vecino de Hernani, fue interceptado en la Estación del Norte de San Sebastián con una maleta de 28 kilos de dinamita a punto de subir al transporte.

Tras su detención, Arruarte confesó que otro miembro de la banda (Gorka Loran Lafourcade) sí había conseguido introducir en el tren un bulto de explosivos.

Un grupo de técnicos en desactivación de explosivos (TEDA) de Logroño fue movilizado en helicóptero a la estación de tren de Burgos, donde lograron desactivar el artefacto que ya había sido programado para estallar a las 15.55 horas, coincidiendo con la llegada del convoy a la estación de Chamartín.

Gorka Loran Lafourcade aunque residía en Hernani, lugar en el que fue detenido el propio día del intento de atentado, era profesor en una ikastola de Pamplona a la que acudía diariamente para dar clases. Junto a Garikoitz Arruarte integraban un comando de ETA instalado en la capital navarra.

Tras la detención de ambos, la Policía Nacional registró el domicilio en el que vivía Garikoitz y encontraron un listado compuesto por unos 50 folios con fotografías de políticos de UPN y PSN, empresarios navarros o miembros del Ejército y de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

RESPUESTA A LOS ACERCAMIENTOS

La Asociación de Víctimas del Terrorismo ha lamentado el traslado de otros cincos presos etarras a las cárceles del País Vasco o comunidades vecinas. En un comunicado han expresado que el año en el que la AVT cumple 40 años de lucha por y con las víctimas del terrorismo "será más recordado como el año en el que el Gobierno de Sánchez derogó la política de dispersión".

Añaden que mientras se prepara la transferencia de la competencia de prisiones, el 17,5% de presos etarras ya están en el País Vasco y el 42,4% a menos de 200 km. "Desde la asociación, ya no tenemos calificativos para explicar el enorme dolor, la humillación y el desprecio que causan estos acercamientos en las víctimas del terrorismo", han explicado.

Según AVT, su Departamento Psicosocial tiene que comunicar cada viernes a los familiares de las víctimas que el asesino de uno de sus seres queridos se ha visto beneficiado por la derogación de la política de dispersión llevan a cabo "el Señor Sánchez y su Ministro Marlaska".

"Y lo que es peor, lejos de darnos explicaciones, algo que llevamos solicitando desde hace mucho tiempo, tenemos que leer en la prensa como desde el Ministerio del Interior se nos tilda a las asociaciones de víctimas de desfasadas y no adaptadas a la realidad actual", han comunicado.

ASOCIACIONES "DESFASADAS"

La Asociación de Víctimas del Terrorismo ha criticado que desde los estatutos oficiales se menosprecie su actividad y descalifique el trabajo que llevan a cabo.

En una orden ministerial publicada en el BOE el 30 de diciembre, se pudo leer: “La mayor parte de estas entidades continúan solicitando todos los años subvenciones para los mismos programas, muchos de ellos desfasados o no adaptados a la realidad actual y a las nuevas necesidades de las víctimas del terrorismo”.

A estas palabras, AVT ha contestado de la siguiente manera: "No se equivoquen, si de algo puede presumir la asociación es de ser pionera en cualquier ámbito relativo a las víctimas del terrorismo, nuestros 40 años de experiencia nos avalan. Más ahora, que nos hemos tenido que reinventar en época de pandemia. Y si tienen algún tipo de duda, les invitamos a visitar nuestra sede, quizás así puedan aprovechar y explicarnos a qué se debe esta nueva política penitenciaria que están llevando a cabo".


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