Como todos los años desde hace una década, Andrés Torres Docón, de 38 años, llegó a Pamplona unos días antes de San Fermín desde Albacete. Su historia podría ser la de cualquier otro visitante que llega a la capital navarra para disfrutar de las fiestas, pero no. En su caso viene a Pamplona para ayudar a que el resto de los visitantes puedan disfrutar de unas fiestas seguras y sin percances. Él es uno de los muchos voluntarios foráneos que estos días se suman al equipo de Cruz Roja Navarra para conocer el dispositivo y reforzarlo.
Torres vino por primera vez a San Fermín en el año 2014. "Este año se cumplen diez años, si no contamos los dos que se suspendieron las fiestas por la pandemia", matiza. Reconoce que "desde siempre" le gustan los toros y los encierros: "Por eso, tenía muchas ganas de venir a San Fermín".
Entró como voluntario de Cruz Roja en el año 2007 y en 2013, un año antes de venir por primera vez a Pamplona en San Fermín, empezó a trabajar para esta entidad. Para poder ser voluntario foráneo de Cruz Roja Navarra en San Fermín hay que apuntarse en una lista, de la cuál se hace la selección. "Me apunté por primera vez en 2010, pero me quedé en la reserva", lamenta. Y confiesa que le llamaba la atención conocer el amplio dispositivo de Cruz Roja para San Fermín.
En 2014 tuvo suerte y pudo conocerlo de primera mano. "El primer año, ejercí como operador en diferentes puestos del encierro y también estuve en el Centro Provincial de Coordinación", rememora. Y asegura que fue una experiencia muy gratificante.
Tanto que, desde entonces, no falla a su cita sanferminera: "Me guardo siempre esta semana de vacaciones para venir a Pamplona", asegura. Y vive el proceso de selección como si se tratase del primer año: "Con la misma incertidumbre y emoción".
Insiste en que venir un año no te garantiza volver el siguiente: "En 2015 me quedé otra vez en la reserva, pero pude venir porque falló alguien", agradece. En ese sentido, Torres insiste en que, "si le pones ganas y te esfuerzas al máximo, es más probable que te llamen al año próximo".
De hecho, Torres se ha convertido en una pieza indispensable en el engranaje de Cruz Roja Navarra en San Fermín. Desde hace tres años, ejerce como operador en el tramo de Mercaderes. "Tengo a Mikel Martínez de responsable del puesto y en la curva está Álvaro San José 'El Nene'", explica. Recuera que el primer día Mikel le dijo una frase: "Tú eres operador, pero tienes que ser mi sombra".
Y vaya si la ha sido. En el puesto de Mercaderes hay un código. Si 'El Nene' salta, Martínez va detrás, seguido por Torres: "Un día, saltó y nosotros detrás. Mikel se paró en seco y choqué con él. Hemos hecho un buen binomio", bromea.
Torres tiene un mensaje para los futuros voluntarios foráneos de Cruz Roja Navarra en San Fermín: "Tienen que ser conscientes de que vienen a trabajar, aunque siempre hay tiempo de disfrutar de la fiesta con responsabilidad", indica.
"Por ejemplo, en mi caso estoy en el encierro, pero luego hay días que me toca el encierro chiqui o el dispositivo de la plaza de toros. Y también estoy alguna noche con la ERIE de Montañana patrullando con la moto sanitaria", explica.
En 2014, Torres llegó a Pamplona motivado por la idea de conocer cómo funciona un dispositivo sanitario de Cruz Roja en unas fiestas tan internacionales como las de San Fermín. Una década después, en 2024, tiene claro por qué vuelve año tras año: "Ahora lo que me tira para volver es la parte emocional, todas las amistades que he hecho aquí", asegura. Y pone la vista en 2025: "Ojalá pueda volver".
