La Clínica Universidad de Navarra ha participado en el diseño de un innovador algoritmo que permite determinar el fármaco más adecuado para tratar la obesidad en función del estado clínico de cada paciente.
La herramienta, publicada en la prestigiosa revista Nature Medicine, forma parte de una investigación internacional liderada por la Asociación Europea para el Estudio de la Obesidad (EASO) y supone un cambio de paradigma en el abordaje de esta enfermedad crónica.
La Dra. Gema Frühbeck, codirectora del Área de Obesidad de la Clínica e investigadora del CIBEROBN, ha explicado que “la obesidad es una enfermedad crónica cuyo tratamiento ya no debe centrarse solo en la reducción del peso o del índice de masa corporal (IMC)”. Según la especialista, es esencial personalizar la terapia farmacológica considerando factores clínicos, metabólicos y de salud general del paciente.
El algoritmo diferencia dos tipos de exceso de grasa corporal que afectan de manera distinta al organismo: la que genera problemas mecánicos, como la apnea del sueño o el dolor articular, y la que deriva de un tejido graso disfuncional, que produce sustancias inflamatorias y altera el metabolismo y el sistema inmunitario. Esta distinción permite a los profesionales ajustar el tratamiento de forma más eficaz.
La investigación, basada en un metaanálisis de ensayos clínicos, reconoce la obesidad como una patología crónica y con tendencia a recaer, que requiere un seguimiento continuo y un abordaje multidisciplinar similar al de otras enfermedades como la diabetes o la hipertensión. “El cambio de estilo de vida es el pilar inicial, pero rara vez es suficiente; por eso, hay que recurrir a medicamentos específicos o, en casos graves, a la cirugía bariátrica”, ha señalado la doctora.
El modelo propuesto por la EASO sugiere adaptar el tratamiento farmacológico según las comorbilidades del paciente. Así, las terapias varían en función de si los problemas están relacionados con el riesgo cardiovascular, la diabetes, la artrosis, la apnea del sueño, la enfermedad hepática o la mejora del perfil lipídico.
Por último, Frühbeck ha advertido de que “el acceso a los nuevos fármacos sigue siendo muy limitado y con un coste elevado”, aunque ha destacado que su uso puede suponer un ahorro sanitario a largo plazo. “Es fundamental que los sistemas de salud integren la obesidad en el manejo de las enfermedades crónicas para reducir complicaciones y costes, y para que los pacientes comprendan que su condición médica requiere un tratamiento continuado”, ha subrayado.