El comité de la empresa navarra Vicarli (cinco delegados de ELA, dos de LAB, uno de CCOO y otro de UGT) denuncia la deriva de la compañía para la que trabajan. La inminente venta de la empresa –actualmente es propiedad del fondo de inversión GPF Capital- ha provocado reacciones "que ya están pagando los trabajadores", aseguran.
Así, denuncian que en los últimos días, "cinco personas han recibido su notificación de despido". El comité denuncia que la empresa "no ha buscado ningún tipo de diálogo, ni solución antes de acometer los despidos". Para la representación sindical "la compañía ha ejercido un total despotismo y totalitarismo, generando entre la plantilla una sensación de precariedad, incertidumbre y mal ambiente generalizado".
"La incomprensión del comité es total. La empresa no ha querido escuchar a los trabajadores ni estudiar alternativas, y tampoco ha valorado ninguna otra posibilidad", sostienen. Desde la compañía alegan "causas objetivas" y ofrecen a los afectados "una indemnización mínima por despido", según la versión de los sindicatos.
Asimismo, el Comité remarca que "se espera que se produzcan más despidos en los próximos días, "lo que provocará, casi con total seguridad, el cierre del centro de trabajo de Beriain".
Por ello, el comité quiere interpelar al Gobierno de Navarra a defender el empleo y exige a la empresa que sea transparente, dialogue con la parte social y atienda sus peticiones.
El comité sospecha que se está haciendo "una limpia de trabajadores para hacer más atractiva la compañía a la hora de venderla".
Por ello, desde los cuatro sindicatos se avisa a la empresa que "la plantilla y las organizaciones sindicales serán combatientes si la deriva de la empresa continúa por esta misma senda".
