El primer templo de Málaga ha despedido entre multitudes al que fuera arzobispo emérito de Pamplona y Tudela, y que fue también el primer español ordenado cardenal por el papa Francisco.
La Misa de exequias por el cardenal Fernando Sebastián, arzobispo emérito de Pamplona y Tudela, se ha celebrado este sábado a las 12 horas en la Catedral de Málaga y ha sido presidida por el obispo de Málaga, Jesús Catalá, y numerosos obispos españoles.
El primer templo de la ciudad ha despedido entre multitudes al que fuera el primer español creado cardenal por el papa Francisco. La celebración ha comenzado con la primera estación en la iglesia del Sagrario, donde se encontraba la capilla ardiente.
Desde allí, sus restos han sido trasladados a hombros de varios sacerdotes hasta la catedral, para dar comienzo a una emotiva ceremonia en la que han concelebrado el nuncio apostólico de Su Santidad, Renzo Fratini, los cardenales Juan José Omella y Carlos Amigo, y una veintena de obispos de diócesis como Pamplona, Ávila, Granada y Sevilla, entre ellos el obispo emérito de Málaga, Ramón Buxarrais.
También ha concelebrado, entre el numeroso clero malagueño y de otras diócesis, el secretario general de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, y el provincial de los Misioneros Claretianos, Pedro Belderrain. Diversos obispos han sido los encargados de colocar sobre su féretro las insignias: la casulla, la mitra, el báculo episcopal y el evangeliario.
En su homilía, Catalá ha destacado del cardenal que "fue un fiel servidor del Evangelio y un abnegado pastor, que dedicó su vida a vivir como un creyente audaz y contracorriente".
Desde la misma sede donde Sebastián solía presidir la eucaristía todos los domingos, Catalá ha afirmado que, con su partida, "unos han perdido a un padre, otros un familiar o amigo, otros un hermano. Pero todos hemos perdido a un gran maestro, que ha sabido interiorizar las enseñanzas del único y divino maestro, Jesucristo, y nos las ha enseñado de manera magistral".
"DIOS PERMANECE"
En su alocución, el obispo ha recordado las palabras pronunciadas por el cardenal Sebastián en ese mismo templo en agosto del 2016, en las que dijo: "Todos morimos, pero Dios permanece, y este Dios que permanece es un Dios de vida, un Dios que nos ama para siempre, un Dios generoso que quiere tenernos siempre en su presencia".
El vicario general, José A. Sánchez Herrera, ha leído este sábado su semblanza espiritual, que ha desarrollado en torno a "tres llamadas del Señor, que han marcado su vida y su ministerio: la llamada a ser misionero, a la teología y a ser pastor de la Iglesia".
El Nuncio Apostólico de Su Santidad, Renzo Fratini, ha hecho lectura, al finalizar, del mensaje del papa Francisco, enviado tras el fallecimiento del cardenal, de quien se declaraba lector y discípulo, y por el que ha otorgado, mediante un telegrama desde su viaje apostólico a Panamá, la Bendición Apostólica como signo de fe y esperanza en Cristo resucitado, "recordando con gratitud los abundantes frutos de su servicio a la Iglesia en España, tanto en el seno de la Conferencia Episcopal como en las respectivas diócesis".
Asimismo, se ha hecho lectura en el acto del mensaje enviado por el cardenal Ricardo Blázquez, presidente de la Conferencia Episcopal Española, desde la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Panamá.
TRASLADO A LA CAPILLA DE LA VIRGEN DE LOS REYES
Al término de la celebración, ha tenido lugar el rito de las exequias, en el que se ha dado el último adiós al cuerpo de Fernando Sebastián mediante la incensación, la aspersión y la bendición del féretro, y su traslado a la capilla de la Virgen de los Reyes, acompañado del rezo de las letanías por el difunto.
Tras bendecir el lugar donde iba a ser enterrado, se ha cantado la Salve ante la patrona del Cabildo, dada la gran devoción a la Virgen María del fallecido. El cardenal Fernando Sebastián ha recibido así sepultura en la cripta de dicha capilla, en la nave sur de la Catedral de Málaga.
Cientos de malagueños, entre ellos autoridades civiles como el alcalde, Francisco de la Torre, han participado en las exequias por el fallecimiento de quien fuera administrador apostólico de la diócesis malagueña entre 1991 y 1993. Fueron apenas 20 meses los que Sebastián estuvo a cargo de la iglesia católica en Málaga, pero suficientes para desarrollar una intensa labor apostólica.
Tras ser aceptada su renuncia al arzobispado de Pamplona y Tudela en el 2007 por razones de edad, fijó su residencia en Málaga, de la que confesaba conservar "muchas cosas en el corazón". Ahí se puso siempre al servicio de la iglesia y del obispo diocesano, desempeñando una incansable actividad literaria, docente y espiritual.
FORMACIÓN A LAICOS Y RELIGIOSOS
Hasta el último momento, continuó formando a laicos, religiosos, seminaristas y sacerdotes, a través de los centros de formación teológico-pastorales de la diócesis y a través de numerosas conferencias. Asimismo, el cardenal Sebastián estuvo siempre disponible para acompañar espiritualmente a los fieles, ofreciendo retiros y ejercicios espirituales.
En sus memorias, afirmó: "Por todo lo que he vivido y lo que pueda vivir, por toda la eternidad que espero vivir contigo, gracias, Dios mío".
La diócesis de Pamplona y Tudela, de la que fue arzobispo entre 1993 y 2007, celebrará una eucaristía por el cardenal este domingo a las 18 horas en la Catedral de Santa María de Pamplona.
