SEGURIDAD
La estafa de la maleta, el sofisticado engaño que regresa con fuerza estas vacaciones
La Policía Nacion advierte de la multitud de denuncias relacionadas con el fraude de la maleta que se están recibiendo en las últimas fechas.

La Policía Nacional advierte de que en las últimas fechas se están recibiendo multitud de denuncias relacionadas con la estafa de la maleta retenida o el fraude de la maleta.
En este tipo de fraudes el ciberdelincuente se hace pasar por un familiar o amigo que supuestamente está en el extranjero. Dice encontrarse de camino a España y tener las maletas retenidas en un aeropuerto extranjero o haber perdido el vuelo por diversas circunstancias, y tener el equipaje de camino a España.
Es en ese momento cuando el estafador le pide al usuario que haga una trasferencia bancaria con una cierta cantidad de dinero a la cuenta que se le facilita, solicitándole que ponga en el concepto ‘costes de aduana’ para que así le puedan enviar a España las maletas.
Este intento de estafa se estaría llevando a cabo, principalmente, a través de canales de mensajería online y redes sociales donde cualquier usuario puede crear un perfil virtual. Los ciberdelincuentes, a través de estos canales, consiguen la información de la posible víctima y se hacen pasar por un amigo o familiar suplantando su identidad.
En primer lugar, contactan con la víctima enviando un mensaje de texto a través de los canales mencionados anteriormente en los que suplantan la identidad de un conocido.
Le ponen en alerta avisándole que están viajando a España y las maletas se han quedado en el aeropuerto extranjero, o bien que han perdido el vuelo por diversos motivos, como por ejemplo, problemas con el certificado Covid, y el equipaje está viajando a España.
Después y una vez han convencido a la víctima, le comunican que, para poder recuperar sus maletas, necesita que realice un pago de una cierta cantidad de dinero (500€, 1000€, 1500€, etc.) a una cuenta bancaria y que ponga en concepto ‘costes de aduana’. En ciertas ocasiones para resultar más creíble la historia, acompañan los mensajes con una llamada telefónica en la que se hacen pasar por agentes/funcionarios de aduanas. Por último, una vez se ha realizado el pago desaparecen sin dejar rastro alguno.