SOCIEDAD
Esto que haces cada día no es saludable: un médico de la Clínica Universidad de Navarra lo desvela
Algunas de estas prácticas no tienen evidencia científica y no siempre son tan saludables como lo parecen.

En la búsqueda de una vida más sana, muchas personas adoptan hábitos que consideran beneficiosos sin saber que pueden ser innecesarios o incluso contraproducentes.
El Dr. Camilo Silva, endocrinólogo de la Clínica Universidad de Navarra, explica por qué algunas de estas prácticas no siempre son tan saludables como parecen.
La dieta sin gluten se ha popularizado en los últimos años, con numerosos famosos promoviéndola como un estilo de vida más saludable. Sin embargo, el Dr. Silva advierte que no se debe eliminar el gluten sin un diagnóstico médico. Si una persona presenta síntomas digestivos o de otra índole, lo adecuado es consultar con un especialista antes de modificar la alimentación.
Seguir una dieta sin gluten sin ser celíaco o intolerante puede traer consigo efectos negativos. En primer lugar, supone un mayor coste económico, ya que los productos sin gluten pueden encarecer la cesta de la compra hasta 1.400 euros más al año por persona.
Además, puede conducir a una dieta menos equilibrada, favoreciendo un mayor consumo de carnes o quesos grasos, lo que podría afectar la salud cardiovascular. Otro inconveniente es la posible deficiencia de nutrientes, dado que eliminar el gluten innecesariamente puede reducir la ingesta de fibra, hierro y vitaminas del grupo B.
También puede tener un impacto en la vida social, dificultando las comidas fuera de casa, las celebraciones y los viajes, lo que a veces genera ansiedad o frustración. Finalmente, no existen estudios que demuestren beneficios en la eliminación del gluten para personas sin patologías relacionadas.
El consumo de leche de vaca también ha sido cuestionado en los últimos años, llevando a muchas personas a optar por bebidas vegetales o productos lácteos alternativos.
Sin embargo, el Dr. Silva subraya que no hay evidencia de que eliminar la leche de vaca sea beneficioso para quienes no tienen intolerancia o alergia.
Sustituir la leche de vaca sin una razón médica puede tener efectos adversos. Por ejemplo, algunos estudios sugieren que eliminar la leche de vaca puede aumentar el riesgo de fracturas, debido a la menor ingesta de calcio.
Además, no todas las alternativas lácteas ofrecen la misma riqueza nutricional, lo que puede llevar a un déficit de calcio y vitaminas A, D, E y B si no se realiza una sustitución adecuada.
El consumo de zumos, tanto naturales como industriales, también es un hábito extendido. Sin embargo, el especialista explica que ingerir la fruta en forma de zumo reduce su contenido en fibra y puede aumentar la cantidad de azúcares ingeridos.
La calidad nutricional de un zumo depende de varios factores. Por un lado, influye el tipo de fruta utilizada y su combinación, ya que algunas contienen más azúcares naturales que otras. Además, la adición de azúcares o endulzantes en algunos zumos industriales incrementa el consumo calórico innecesariamente.
Por otro lado, aunque algunos zumos estén fortificados con vitaminas, esto no siempre compensa la pérdida de nutrientes esenciales que ocurre al procesar la fruta. Por ello, siempre será preferible consumir la fruta entera para aprovechar todos sus beneficios nutricionales.
Muchas personas buscan eliminar de su dieta los conservantes y colorantes, creyendo que pueden ser perjudiciales para la salud. Sin embargo, según el Dr. Silva, no es necesario evitar estos productos de forma sistemática, ya que los aditivos utilizados en la industria alimentaria pasan estrictos controles de seguridad.
En primer lugar, en una dieta equilibrada, la cantidad de conservantes y colorantes consumidos no supera los límites recomendados y no supone un riesgo para la salud. Además, algunos aditivos son de origen natural y pueden aportar beneficios, como es el caso de la vitamina C, que actúa como antioxidante. Finalmente, eliminar productos procesados sin criterio puede llevar a una alimentación más restrictiva de forma innecesaria, haciendo más difícil seguir una dieta equilibrada.
Aunque es fundamental cuidar la alimentación, muchas prácticas que se consideran saludables pueden no serlo si no están respaldadas por la evidencia científica.
Antes de realizar cambios en la dieta, lo más recomendable es consultar con un especialista para asegurarse de que estos realmente aportan beneficios a la salud.