El proyecto mejorará la movilidad entre municipios ribereños, mantendrá el valor patrimonial del puente y beneficiará a 23.000 vecinos de la zona.
El Gobierno de Navarra ha presentado este martes su propuesta definitiva para el puente de la NA-660 en Marcilla, una infraestructura clave sobre el río Aragón que contará con un nuevo carril en sentido sur, mientras que el actual quedará reservado para el tráfico hacia el norte, así como para peatones y ciclistas.
El consejero de Cohesión Territorial, Óscar Chivite, ha trasladado el plan a los municipios del entorno y ha destacado el “importante valor estratégico” del puente, cuya mejora ha sido una reivindicación histórica de las localidades afectadas. “Cohesión Territorial considera necesario y de interés social esta actuación, que además tiene en cuenta criterios de sostenibilidad, seguridad y respeto patrimonial”, ha subrayado.
La solución técnica elegida llega tras años de estudios y contempla la ejecución de un nuevo carril de circulación en sentido sur. Además, ya se ha completado un estudio hidráulico del río Aragón que valora las zonas inundables del entorno del puente para garantizar la viabilidad de la obra.
Chivite ha confirmado que en los próximos meses se licitará la redacción del proyecto definitivo, lo que permitirá iniciar la fase previa a las obras. Según ha señalado, la actuación “mejorará el tránsito de 23.000 personas que viven en la zona y repercutirá de forma directa en la actividad social, empresarial y educativa de los municipios cercanos”.
El puente de Marcilla, construido originalmente a principios del siglo XX para el tráfico ferroviario, tiene 485 metros de longitud y un notable valor patrimonial. Su historia refleja la evolución de las infraestructuras de la zona: entre 1940 y 1943 se levantó un nuevo puente ferroviario más resistente, y en 1950 el antiguo fue reconvertido en puente mixto con una losa superior de hormigón para el tráfico rodado.
El Departamento de Cohesión Territorial busca ahora mantener ese legado histórico al tiempo que mejora la funcionalidad y seguridad de un paso clave sobre el río Aragón, cuya renovación lleva décadas pendiente.
