Con la llegada del otoño, los montes y hayedos de Navarra vuelven a llenarse de aficionados a la búsqueda de setas y hongos, uno de los grandes atractivos naturales y gastronómicos de la Comunidad Foral.
El auge del turismo micológico ha llevado al Gobierno de Navarra a reforzar la información sobre las zonas donde está permitido recolectar y las condiciones que deben cumplirse para evitar sanciones.
El Servicio Forestal y Cinegético de la Dirección General de Medio Ambiente ha recopilado y actualizado toda la información sobre los 16 espacios que componen la Red de Acotados de Setas de Navarra.
Esta iniciativa, plasmada en una nueva infografía pública, detalla los permisos ordinarios y especiales, los procedimientos para obtener o renovar las licencias, así como los cupos y cuotas máximas de recolección establecidos para cada acotado.
Los 16 espacios regulados son: Uztárroz, Valle de Roncal, Bigüezal, Valcarlos, Hiriberri/Villanueva de Aezkoa, Castillonuevo, Ultzama, Torralba del Río, Garralda, Valle de Salazar, Urraul Alto, Abaurrea Alta, Abaurrea Baja, Valle de Aezkoa, Azparren y Valle de Erro, que incluye localidades como Erro, Burguete, Roncesvalles, Bizkarreta-Gerendiain, Esnotz, Aurizberri/Espinal, Lintzoain, Mezkiritz, Orondritz y Zilbeti.
Cada uno de estos espacios cuenta con una regulación propia. En el caso del acotado de Ultzama, se ofrecen también visitas guiadas y actividades divulgativas, mientras que en Torralba del Río la normativa se centra especialmente en la trufa, cuyo aprovechamiento está reservado exclusivamente a la vecindad.
Cómo recolectar setas sin dañar el bosque ni arriesgar multas
En Navarra, la recolección de setas está considerada el producto forestal no maderable por excelencia, según la Agenda Forestal de Navarra 2030. Sin embargo, la práctica debe hacerse de forma sostenible. Desde Medio Ambiente se recuerdan ocho recomendaciones básicas para quienes se adentran en los bosques navarros:
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Evitar utensilios agresivos, como hoces o rastrillos, que dañan las raíces del micelio y la vegetación.
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Recoger las setas enteras y maduras, incluyendo la base del pie, para identificarlas correctamente.
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Usar cestas aireadas en lugar de bolsas de plástico, ya que estas aceleran su pudrición.
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Respetar las setas jóvenes, que aún no se han reproducido.
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Evitar el pisoteo excesivo, que compacta la tierra y reduce la producción de hongos.
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Limpiarlas en el propio campo, lo que mejora su conservación y ayuda a propagar las esporas.
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No recoger las setas viejas o deterioradas, difíciles de identificar y potencialmente peligrosas.
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Respetar también las setas tóxicas, que cumplen un papel ecológico esencial en el bosque.
Estas recomendaciones, difundidas oficialmente por el Gobierno de Navarra, buscan compatibilizar el ocio micológico con la conservación del entorno natural.
Una actividad con valor económico y social
El auge del micoturismo ha hecho que la recolección de setas sea cada año más popular entre locales y visitantes. Desde Medio Ambiente se recuerda que esta práctica no solo tiene un componente recreativo, sino también un creciente valor económico para los propietarios forestales. En algunos montes, donde la madera tiene un valor limitado, la venta de permisos de recolección puede convertirse en una fuente de ingresos estable y sostenible.
En el marco del Programa de fomento de los hongos y otros productos forestales no maderables, la Agenda Forestal de Navarra 2030 promueve un modelo de gestión que combina la conservación del ecosistema con el desarrollo rural y el conocimiento del medio natural.
Toda la información actualizada sobre la normativa, los mapas de los montes acotados y las condiciones de recolección puede consultarse en la página web del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, donde se incluye el acceso a los mapas de IDENA con los límites de cada acotado.