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SOCIEDAD

Muere en Pamplona José Ignacio Murillo una semana después del cierre de la vinoteca con su nombre

Ha trabajado durante 66 años en el negocio hasta que una enfermedad obligó a su familia a cerrar una tienda con 130 años de historia

José Ignacio Murillo en la 'Vinoteca Murillo' en la plaza de San Nicolás de Pamplona. IÑIGO ALZUGARAY
José Ignacio Murillo en la 'Vinoteca Murillo' en la plaza de San Nicolás de Pamplona. IÑIGO ALZUGARAY

José Ignacio Murillo Sanz falleció este sábado 29 de abril a los 80 años de edad, apenas una semana después del cierre definitivo de la Vinoteca Murillo, y sólo un mes después de que dejara la tienda donde ha trabajado los últimos 66 años. El funeral ha tenido lugar este lunes 1 de mayo a las 20 horas en la iglesia parroquial de San Nicolás.

Hace poco más de un mes, José Ignacio tuvo unos problemas de salud que hicieron que la familia decidiera cerrar este negocio que se inició en 1890. “Estos días son complicados, al final ha estado 130 años abierto y es difícil tener que decir adiós”, explicaba Patxi Murillo Zunzarren, uno de los hijos de José Ignacio, a Navarra.com

Los dos hijos de José Ignacio, Patxi e Ignacio, se habían puesto estos días detrás del mostrador, algo que no hacían desde hace casi 30 años. “También ha sido difícil salir a vender, mi hermano y yo ya habíamos hecho la vida aparte, pero al final es así”.

“Mi padre ha aguantado 15 años más después de la jubilación”, relata. "Es un trabajo muy sacrificado, están sábados y luego las navidades que trabajas el doble. Si te pilla con 30 años pues te aventuras", confiesa.

José Ignacio Murillo en la 'Vinoteca Murillo' en la plaza de San Nicolás de Pamplona. IÑIGO ALZUGARAY
José Ignacio Murillo en la 'Vinoteca Murillo' en la plaza de San Nicolás de Pamplona. IÑIGO ALZUGARAY

José Ignacio Murillo atendió a Navarra.com en una entrevista realizada en 2019: "Me llegó el turno y me puse a trabajar aquí desde que tenía 14 años. Es algo que siempre me ha gustado y teniendo en cuenta mi edad, no va a cambiar", afirma José Ignacio Murillo.

Se quejaba de los cambios en el tráfico del casco viejo: "Nos ha afectado porque, por ejemplo, nuestros clientes no puedan dejar sus coches en las calles de Sarasate o Navas de Tolosa. Ya que una caja de pacharán pesa 11 kilos y una de vino 9, no te lo puedes llevar tan fácil si no dispones de vehículo", argumenta Murillo.

"Las clientes más habituales son mujeres, tradicionalmente han sido ellas quienes han comprado el vino para casa. Ha habido épocas donde se ha vendido muchísimo más. Ahora se vende menos vino, pero es de más calidad y precio", señala su dueño.

Lo que sí han cambiado han sido los hábitos en el consumo del vino. Tradicionalmente el vino ha estado presente en el ámbito familiar, "estaba en los hogares como el pan", aseguraba José Ignacio.

José Ignacio Murillo Sanz era la tercera generación de su familia que atendía este negocio. La Vinoteca Murillo estaba situada en uno de los lugares más privilegiados de la capital navarra, en la plaza de San Nicolás, desde que se fundara en 1890 por Aniceto Muniáin.


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