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COMERCIO LOCAL

Se vende un bar restaurante en el Casco Antiguo de Pamplona con más de 125 años de historia

Sus propietarios aspiran a la venta directa aunque no se cierran a un posible traspaso o alquiler durante un tiempo.

Jose Lara, del Bar el Redín, en la calle Mercado 5. PABLO LASAOSA
Jose Lara, del Bar el Redín, en la calle Mercado 5. PABLO LASAOSA

Que se venda un negocio de hostelería en el Casco Antiguo de Pamplona no es demasiado habitual. Si además el negocio se encuentra a pleno funcionamiento y tiene una buena clientela, comienza a sonar tentador. Pero si además se trata de un local que entre sus muros de piedra ha visto pasar buena parte de finales del siglo XIX, todo el siglo XX y casi el primer cuarto del siglo XXI, seguramente, la operación toma un cariz más atractivo.

No es el único bar a la venta en el Casco Antiguo de Pamplona. Recientemente informamos del  trasopaso de un establecimiento en plena calle Estafeta de Pamplona, o del alquiler de una sociedad gastronómica en la calle Jarauta, junto a la zona en la que se ubican buena parte de los locales de las peñas sanfermineras.

Pero en esta ocasión nos referimos al Gastro Bar El Redín, que ha sido el restaurante Redín toda la vida, y antes fue la fonda Redín. Que se haya podido documentar, el local de la calle Mercado número 5 de Pamplona, justo a espaldas del Ayuntamiento de Pamplona, ha sido una casa de venta de licores, una fonda, un restaurante y un bar restaurante al menos desde 1895.

Muro con muro con la Iglesia de Santiago, una de las joyas escondidas del casco viejo de la capital navarra, el edificio data, al menos del siglo XVIII y ha sido testigo hasta de la construcción de la emblemática casa consistorial de Pamplona 

Jose Lara, del Bar el Redín, en la calle Mercado 5. PABLO LASAOSA
Zona de comedor del Gastro Bar El Redín, en la calle Mercado 5. PABLO LASAOSA

Su actual propietario, Jose Lara,  lo deja después de 23 años atendiendo a millares de clientes: "Llevamos muchos años trabajando en hostelería y queremos abrir otras ventanas de oportunidades de vida".

Lara regenta el establecimiento junto a su mujer, Mariví Agudo, desde el año 2000 y ha llegado un momento en el que, ante la ausencia de relevo generacional, porque sus hijos han enfocado sus vidas por otros caminos, buscan el descanso y la tranquilidad. "La hostelería es muy bonita y gratificante, pero también es muy esclava. Hemos pasado de los 60 años ya y llevamos una parte muy importante de nuestras vidas en este negocio. Ahora nos queremos dedicar a hacer cosas distintas: viajar, leer, ayudar a los hijos...".

Jose Lara ha dedicado practicamente toda su vida laboral a la restauración. "Empecé en el Europa, pero he trabajado en Madrid, Santander, Cádiz, Pamplona, luego volvimos a  Madrid, y de nuevo de vuelta a Pamplona", recuerda. Tras diez años en el restaurante Los Alfares, un local que ha cerrado definitivamente sus puertas hace relativamente poco, teníamos una inquietud por mejorar y trabajar para nosotros mismos, así que buscamos un local, surgió esta oportunidad y nos lanzamos a por ella". 

En total son 23 años al pie del cañón sirviendo desayunos, almuerzos y comidas en los que ha tenido infinidad de momentos -buenos y malos- para destacar. "Me hace especial ilusión cuando me encuentro con gente mayor y me cuenta cosas del pasado del local. Hace poco alguien me contó que sus padres, cuando vinieron del pueblo a Pamplona, estuvieron alojados aquí, en la fonda". También subraya como recuerdos "francamente buenos" todos aquelloss en los que un cliente agradecido les reconoce su trabajo.

Jose Lara, del Bar el Redín, en la calle Mercado 5. PABLO LASAOSA
Decoración de uno de los comedores del Gastro Bar El Redín, en la calle Mercado 5. PABLO LASAOSA

También tiene algunos recuerdos malos, como cuando sufrieron un incendio en la cocina, o cuando la crisis económica de 2008 estuvo a punto de llevarse el negocio por delante. Afortunadamente supieron reponerse a ambas contingencias.

En la actualidad, el Gastro Bar El Redín, por su especial ubicación, tiene una intensa actividad en San Fermín. Allí almuerzan a diario docenas de corredores de la cuesta de Santo Domingo. Se puede considerar prácticamente la sede de un nutrido grupo de extranjeros que no fallan cada año a las fiestas de San Fermín.

Pero también gracias a su ubicación, a los pies del Ayutamiento de Pamplona y muy cerca del Departamento de Educación del Gobierno de Navarra, atiende muchos desayunos, almuerzos y comidas de funcionarios, no sólo de estas dos sedes, sino también de Casa Marceliano, el Museo de Navarra. En resumidas cuentas, un establecimiento que funciona.

En la actualidad El Redín ofrece un menú de cocina navarra con un toque de autor basado en verduras frescas, pescado fresco y carnes. Uno de sus puntos fuertes es la casquería. "Hacemos muchos callos, menudos, manitas... porque los clientes nos lo demandan". Asimismo vendemos infinidad de bocadillos, fritos, pinchos... tratamos de renovar los pinchos de los expositores cada poco tiempo, porque no es lo mismo el que se demanda a las nueve de la mañana que a las dos de la tarde".

Jose Lara, del Bar el Redín, en la calle Mercado 5. PABLO LASAOSA
fachada del Gastro Bar El Redín, en la calle Mercado 5. PABLO LASAOSA

El local tiene una amplia zona de bar en el acceso. Desde el fondo se accede al comedor, una sala decorada con un gusto exquisito, con una foto en tres dimensiones que prueba que en 1895 ya se servían licores y bebidas en el establecimiento. Dicho comedor limita pared con pared con la mencionada Iglesia de Santiago, y algunas de las piedras de sus muros están a la vista. Dispone también de una planta sótano habilitada como un gran almacen y zona de office del establecimiento. En total, son unos 400 metros cuadrados de local en dos alturas.

"El negocio está a la venta, pero no nos hemos dado un plazo para venderlo. No tenemos prisa, asegura Lara." Algunos han llamado, pero seguimos abiertos a recibir todo tipo de ofertas. Sabemos que la venta directa es muy difícil, y que a lo mejor hay que hacer un traspaso o un alquiler durante un tiempo, pero la idea principal es vender", dice el hostelero, quien destaca como principales activos del negocio no sólo su continente, en un edificio histórico, sino también su ubicación. 

"Estar prácticamente en el recorrido del encierro es muy positivo, es un valor fijo y de por vida porque atrae muchos clientes internacionales", apunta. Además, "tenemos todas las ventajas de estar al lado del Ayuntamiento. hay que tener en cuenta que una parte muy importante de los eventos que se organizan a gran escala en Pamplona se hacen en el entorno de la casa consistorial".

A la espera de una oferta que les permita su retiro dorado, Jose y Mariví tiene previsto seguir al pie del cañón. "Seguiremos innovando y trabajando con la calidad de siempre". Aún así, no oculta que preferiría que el comprador llegara "con un proyecto de vida basado en la hostelería, como el que iniciamos mi mujer y yo". Eso sí, no cierra tampoco la puerta a otro tipo de inversores.

Jose Lara, del Bar el Redín, en la calle Mercado 5. PABLO LASAOSA
fachada del Gastro Bar El Redín, en la calle Mercado 5. PABLO LASAOSA

 


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Se vende un bar restaurante en el Casco Antiguo de Pamplona con más de 125 años de historia