A pesar de que el Gobierno de María Chivite se empeñe en asegurar que marcha viento en popa, cada estadística que sale pone en evidencia la buena marcha de la economía navarra. La última es un estudio sobre Demografía Empresarial publicado por Informa, que denuncia que la Comunidad Foral fue la comunidad española que presentó peor balance entre el número de constitución de nuevas sociedades y el número de disoluciones.
Según explica, a lo largo de 2022 en Navarra se constituyeron 340 empresas nuevas, pero echaron la persiana 382, lo que supone una variación del 18,42 por ciento, muy lejos de la segunda por la cola, que fue Madrid 10,92 por ciento y Cantabria con un 10,67 por ciento. Esto supone de facto que al acabar el año 2022 había en Navarra 42 empresas menos que al empezar.
Además, el incremento de disoluciones de empresas se disparó en 2022 un 17,54 por ciento en Navarra con respecto a 2021 y el número de nuevas empresas también cayo respecto al número de las que se crearon en 2021.
El capital invertido para nuevas constituciones de empresas también se pegó un batacazo en 2022. De los 65,9 millones que se invirtieron en 2021en crear nuevas sociedades, en 2022 se quedó en apenas 39,9 millones, con una disminución del 39,4 porciento.
Además, el informe pone de manifiesto que el número de concursos de acreedores en Navarra creció un 2,78 por ciento. De los 37 concursos que se presentaron en Navarra, 11 fueron en el sector de la construcción e inmobiliario, 8 en comercio y otros 8 en hostelería, 5 en industria, 2 en transportes y 1 en intervención financiera, 1 en servicios empresariales y uno más en otros.
