La Clínica Universidad de Navarra ha presentado nuevas terapias contra la obesidad, que combinan tratamiento médico, apoyo nutricional y bienestar psicológico. Con motivo del Día Mundial de la Nutrición, el centro ha celebrado una jornada en la que profesionales y pacientes han compartido experiencias sobre este enfoque global.
La obesidad es una enfermedad crónica y multifactorial, vinculada a más de 200 patologías, según la Sociedad Española de Obesidad. Su tratamiento requiere una atención personalizada y un abordaje multidisciplinar. Así lo han destacado los expertos de la Clínica Universidad de Navarra, donde el Área de Obesidad trabaja de forma coordinada entre endocrinos, nutricionistas, psicólogos, cirujanos y especialistas en aparato digestivo.
“El diagnóstico ha mejorado gracias a nuevas herramientas como la valoración de la composición corporal, la ecografía nutricional o la elastografía hepática”, ha señalado la doctora Sonsoles Gutiérrez, endocrinóloga. Esto permite conocer mejor los riesgos asociados y diseñar tratamientos más eficaces.
Cada caso requiere un tratamiento a medida. El primer paso es una valoración nutricional completa. “Adaptamos la alimentación a las necesidades del paciente y hacemos un seguimiento con análisis de composición corporal”, ha explicado la nutricionista Isabel Yagüe.
En función de cada perfil, se aplican distintas opciones: intervención nutricional, actividad física, apoyo psicológico y terapias farmacológicas, endoscópicas o quirúrgicas.
Entre las nuevas terapias, destacan los medicamentos basados en agonistas de GLP-1, que logran pérdidas de peso de hasta un 20%. “Además de adelgazar, mejoran la glucemia, el colesterol y reducen el riesgo cardiovascular”, ha asegurado la doctora Magdalena De la Higuera, también endocrinóloga.
La cirugía bariátrica sigue siendo el tratamiento principal en pacientes con un índice de masa corporal superior a 35. Pero solo se recomienda si antes se ha intentado sin éxito una alternativa médica. “Hay técnicas que reducen la capacidad de ingerir alimentos y otras que disminuyen la absorción”, ha detallado el cirujano Fernando Lapuente.
En casos menos graves, también se recurre a tratamientos endoscópicos como el balón gástrico. “Antes de operar, realizamos una gastroscopia para comprobar la anatomía y, después, para tratar posibles complicaciones”, ha indicado la doctora Carmen García, del área de Digestivo.
En todos los casos, el seguimiento es esencial. “El control médico, nutricional y de Enfermería ayuda a mantener los resultados a largo plazo y mejora la adherencia a los nuevos hábitos”, ha recalcado la enfermera Gloria Velasco.
El apoyo psicológico también es parte clave del tratamiento. La obesidad se asocia con depresión, ansiedad e insatisfacción corporal. “Trabajamos con terapias cognitivo-conductuales para educar en hábitos saludables, reforzar la autoestima y prevenir trastornos alimentarios”, ha explicado la psiquiatra Begoña Colmenarejo.