La Policía Foral ha activado su dispositivo de tráfico de cara a la próxima Navidad en Navarra entre los días 19 de diciembre de 2025 y el 7 de enero de 2026. Con este plan, ha busca reducir la siniestralidad en carretera durante unas fechas en las que se multiplican los desplazamientos.
El dispositivo se ha planteado para bajar la siniestralidad, y también el número de accidentes y fallecidos. La idea ha sido reforzar la vigilancia en los comportamientos que más riesgo generan al volante.
Para lograrlo, la Policía Foral intensificará los controles sobre alcohol y drogas, distracciones y velocidad. También pondrá el foco en adelantamientos antirreglamentarios, el respeto a la señalización, el uso del cinturón y los sistemas de retención infantil, además de la documentación y el estado técnico del vehículo.
En el operativo se contará con recursos del Área de Tráfico y Seguridad Vial de la comisaría de Pamplona, además de la Brigada de Tráfico de la comisaría de Tudela. A estos equipos se sumarán efectivos del resto de comisarías territoriales.
Entre los medios materiales, el dispositivo de tráfico navideño de la Policía Foral incluirá el lector de matrículas OCR y, especialmente, etilómetros masivos. El objetivo es realizar el mayor número posible de pruebas de alcohol en cada punto, junto con controles de velocidad.
Los puntos de vigilancia se centrará en autopistas y en vías de acceso relacionadas con zonas de ocio y restauración. La Policía Foral priorizará aquellas carreteras donde puede haber más tránsito de entrada y salida en estas fechas.
Este despliegue se integra en la Campaña Integral de Tráfico de Navidad del Gobierno de Navarra. Además, se coordinará con la Policía Municipal de Pamplona y con la Guardia Civil para evitar duplicidades y ganar eficacia en los controles.
Desde el operativo se recomienda máxima precaución, priorizar el transporte público y mantener la atención en todo tipo de vehículos de movilidad. E insiste en una idea clara: tolerancia cero con el alcohol y las drogas, porque ¿merece la pena arriesgarse?