Bibliotecas y pequeños comercios de seis localidades navarras se han volcado en la primera edición rural de la Ruta del Chocolate Justo, un proyecto que, tras su paso por Pamplona, ha cerrado su séptima edición con un balance “muy positivo”. Las actividades se han desarrollado entre noviembre y mayo en Leitza, Mélida, Los Arcos, Cintruénigo, Aibar y Obanos, con un formato adaptado al entorno rural y una alta participación vecinal.
Con exposiciones didácticas, actividades para niños y niñas, catas de chocolate y reparto de información, la iniciativa ha buscado sensibilizar sobre el comercio justo desde una perspectiva cultural, gastronómica y educativa. Cerca de una veintena de comercios —desde panaderías hasta farmacias— han colaborado en la campaña, en la que también han participado bibliotecas públicas y espacios municipales.
La Ruta del Chocolate Justo está impulsada por un consorcio formado por Setem Navarra-Nafarroa, Proclade Yanapay y Pueblos Hermanos, con financiación del Gobierno de Navarra y la colaboración de la Red de Bibliotecas de Navarra. Este año, la ruta dejó atrás las ciudades para centrarse en pueblos donde no suelen organizarse propuestas similares. “Era una demanda de bibliotecarias y vecinas”, explican desde la organización.
Las actividades han sido especialmente bien recibidas en localidades más pequeñas. “Muchas personas no conocían el concepto de comercio justo”, señalan desde SETEM, donde destacan la implicación de ayuntamientos y bibliotecas como factor clave. “Queremos seguir por este camino e invitar a más pueblos a sumarse a próximas ediciones”, indican.
En cada parada, la exposición didáctica sobre el cacao se acompañó de un juego infantil cooperativo, un kamishibai y catas de chocolates procedentes de Haití, Ecuador y Madagascar. La actividad más valorada ha sido la conexión en directo por Zoom con Alfredo Villavicienso, productor de la cooperativa ecuatoriana Maquita, quien explicó cómo iniciativas solidarias mejoran la vida de su comunidad.
En total, cerca de 1.000 personas han participado en esta VII Ruta del Chocolate Justo, que refuerza su objetivo de fomentar un consumo responsable, apoyar la economía local y acercar la cultura a zonas rurales. La ruta ha contado además con sorteos de productos y con reparto de material informativo por parte de comercios colaboradores.
Entre los espacios participantes destacan la Biblioteca Pública de Leitza, la de Cintruénigo, o la de Aibar, donde se trasladó la exposición al ayuntamiento. Panaderías, carnicerías, fruterías y farmacias han sido parte activa de esta edición, consolidando esta ruta como una propuesta transversal, pedagógica y con impacto social.