La localidad navarra de Sangüesa se ha convertido en protagonista de un reportaje de una reconocida revista de viajes que destaca su impresionante patrimonio medieval y su ubicación a orillas del río Aragón, muy cerca de la Foz de Lumbier.
España Fascinante describe la ciudad como uno de los principales conjuntos monumentales de Navarra, donde se combinan palacios, casas señoriales e iglesias románicas que cautivan al visitante.
Tal y como recoge el texto, su historia está marcada por su lema, “La que nunca faltó”, que obtuvo en 1312 después de que sus pobladores derrotaran a las tropas aragonesas en una batalla clave. Sangüesa también es un enclave importante del Camino de Santiago, un lugar de paso que ha moldeado su desarrollo a lo largo de los siglos.
El origen de la localidad, como recuerda España Fascinante, se remonta a la llamada Sangüesa la Vieja, ubicada en la actual Rocaforte, habitada desde época romana y cuna de Sancho Garcés I, rey de Pamplona en el siglo IX. La ciudad creció gracias a la concesión del Fuero de Jaca en 1090 por Sancho Ramírez, lo que impulsó su repoblación y consolidó su papel como conexión entre Navarra y Aragón. En 1222, Alfonso I el Batallador ordenó su traslado a la ubicación actual debido a la falta de espacio.
La revista incide en que a lo largo de su historia, Sangüesa ha sido escenario de episodios bélicos y desastres naturales. En 1787, una riada del río Aragón provocada por la rotura del puente de Yesa causó la muerte de más de 500 vecinos. Durante la Guerra de la Independencia también sufrió combates entre las tropas de Espoz y Mina y el ejército francés.
Asimismo, la reconoce como un destino turístico que combina su valor histórico con su atractivo monumental. La joya de su patrimonio es la Iglesia de Santa María la Real, declarada Monumento Nacional, con una portada románica considerada de las más importantes de Navarra. Junto a ella, destacan la Iglesia del Salvador, la fortificada Iglesia de Santiago y el Convento de San Francisco de Asís, cuya fundación se atribuye al propio santo en 1213.
La revista también subraya el encanto de sus palacios, como el Ayuntamiento de 1570, el barroco Palacio Ongay-Vallesantoro, el Palacio Castillo del Príncipe de Viana, el Palacio Íñiguez Abarca o el Palacio de los Sebastianes, lugar de nacimiento de Enrique II de Albret, último rey de Navarra. El recorrido se completa con el emblemático Puente de Hierro, que sustituyó al medieval en el siglo XIX.
Con poco menos de 5.000 habitantes y situada a 46 kilómetros de Pamplona, Sangüesa sigue fascinando a quienes buscan en Navarra un destino donde la historia, el arte y el paisaje se entrelazan a orillas del río Aragón.