Sara Pascua y Joseba Espinosa no dejaron de buscar a Senda, su labrador negro de nueve años, desde que desapareció el pasado 30 de julio en el monte, en Lekeitio. Aquel día, el perro salió corriendo durante un paseo al asustarse por una tormenta, perdiéndose entre la maleza.
Desde entonces, esta pareja desplegó todos los recursos a su alcance: utilizaron drones, barcos y pegaron centenares de carteles por la zona, convencidos de que podrían traerlo de vuelta. Además, recurrieron a las redes sociales, donde miles de personas se sumaron a la búsqueda compartiendo su historia, tal y como ha desvelado el Diario Vasco.
Sin embargo, este lunes, tras más de tres meses de esfuerzos, confirmaron la noticia más temida: Senda fue encontrado sin vida. El anuncio lo hicieron a través de Instagram, en un mensaje que conmovió a sus más de 14.500 seguidores: "Hola a todos, con todo el dolor y el sufrimiento, sentimos comunicaros que esta mañana hemos encontrado a Senda muerto. No tenemos palabras para agradecer todo el cariño y el esfuerzo que habéis puesto en su búsqueda". Aunque el desenlace no fue el esperado, Sara y Joseba expresaron su consuelo al saber que "Senda ya descansa en paz".
Todo comenzó con un paseo familiar por el monte Otoio. Durante la excursión, Senda se asustó por una tormenta de verano y huyó, desorientándose en el camino de regreso. Sara siempre creyó que el perro pudo haber bajado al parking de la playa de Ogeia, en Ispaster, y que alguien lo recogió pensando que estaba abandonado. Con esa hipótesis, la pareja amplió la búsqueda más allá del monte, creando perfiles en redes sociales para difundir la historia. Su perseverancia movilizó a miles de personas que, desde distintos rincones, compartieron mensajes de apoyo y ofrecieron su ayuda.
Las redes se llenaron de palabras de ánimo tras conocerse el trágico final. "Nunca te vamos a olvidar", "Habéis hecho todo lo inimaginable por encontrarlo" o "Senda, te queremos, hemos aprendido a amarte día tras día por tu gran familia", son algunos de los cientos de comentarios que inundaron Instagram.
Senda llegó a la vida de Sara por casualidad, tras un inicio difícil. Fue encontrado siendo un cachorro en una caja al lado de un contenedor en la Sierra de Madrid. La persona que lo rescató no pudo hacerse cargo de él y se lo entregó a Sara cuando tenía apenas un año. Aunque ella había dudado en volver a tener un perro tras la pérdida de su anterior compañero, Pelos, el vínculo fue inmediato: "Fue amor a primera vista. En cuanto me miró, supe que nuestros caminos no se separarían".
Durante nueve años, Senda se convirtió en un miembro más de la familia. Atlético y cariñoso, era un perro que dejaba huella en quienes lo conocían. Aunque el final de su historia haya sido amargo, el amor que despertó y la lucha incansable de sus dueños por encontrarlo son el mejor testimonio de su legado.
Sara y Joseba despiden a Senda con la certeza de que siempre estará en su corazón. "Esperamos que allá donde estés haya muchas hojas secas para hacer la croqueta. Te querremos siempre".
