Diciendo que le invitaba a un helado y amenazándola con matarla si contaba algo. Así es como el vecino de Echavacoiz de 49 años raptó y atemorizó, tras agredir sexualmente de ella, a una menor de ocho años que jugaba en un parque del barrio pamplonés.
Los hechos tuvieron lugar hace varios meses y ha sido este jueves 16 de febrero tras una compleja investigación cuando el presunto autor de los hechos ha ingresado en prisión imputado de un delito de agresión sexual a menor.
Tal y como ha esclarecido la investigación, el hombre de 49 años se acercó en un parque de Pamplona a la niña, captando su atención diciéndole que iba a invitarle a un helado. Fue entonces cuando la raptó y llevó hasta su piso donde la obligó a que le masturbara mientras él le realizaba tocamientos sexuales. Según recoge el auto, la amenazó con matarla si contaba a alguien lo sucedido.
“Todo esto es relatado por la menor con multitud de detalles, tanto de los hechos, la forma en la que la agredió, como de la descripción de la vivienda y de la habitación donde la llevó”, apunta la juez.
Además, en la rueda de reconocimiento practicada este mismo jueves, “a pesar del tiempo transcurrido”, la menor ha “reconocido y señalado”, sin ningún tipo de duda, “al investigado como autor de los hechos denunciados”, asegura la juez en la resolución judicial.
Por todo ello, la juez de Instrucción número 5 de Pamplona ha decretado su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza. La magistrada imputa al investigado un delito de agresión sexual a menor de 16 años, penado en el Código Penal con entre 10 y 15 años de prisión. Tanto la Fiscalía como la acusación particular habían pedido también la prisión provisional.
Por su parte, la defensa ha abogado por la puesta en libertad y ha planteado que se interpusieran medidas menos gravosas. En la resolución judicial, que puede ser recurrida, la juez sin embargo considera pertinente la prisión provisional para asegurar la presencia del investigado en el proceso, ya que existe un elevado riesgo de fuga debido a que el imputado carece de domicilio y cambia de residencia con mucha frecuencia.
Según expone la magistrada, ha sido muy difícil localizarlo para su detención, lo que demuestra que no tiene arraigo familiar ni social. “Tampoco tiene trabajo, vive de una prestación social”, apostilla.
Asimismo, la juez considera adecuada la prisión provisional dada la gravedad de los delitos que se investigan y las posibles penas a imponer. También porque es necesaria la protección de la víctima, especialmente “vulnerable” dada su corta edad, así como para evitar la reiteración delictiva.
En su declaración, el investigado ha reconocido que en agosto vivía en el domicilio donde la menor señala que ocurrieron los hechos, pero ha negado haberla agredido sexualmente.
LA MENOR CONFESÓ LOS HECHOS A SU PROFESORA
Tras lo ocurrido, no fue hasta un día en el colegio cuando la niña de 8 años reconoció a su profesora haber sido víctima del rapto y agresión sexual.
Una charla de seguridad vial de la Policía Municipal de Pamplona en su colegio propinó que revelara los hechos a su profesora, tras advertir los agentes a los alumnos de que no debían acompañar a personas mayores si les prometían algo o les ofrecían subirse a sus coches. De esta manera, la niña le contó a su profesora que le había ocurrido un hecho similar, con lo que se inició la investigación.
Gracias a que la niña pudo identificar el bloque de edificios donde la llevó el hombre de 49 años, los agentes pudieron avanzar en la investigación y finalmente detener al presunto autor del rapto y agresión sexual.
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