El hombre se había divorciado de ella y consiguió hacer creer a las amistades de la mujer que se dedicaba a la prostitución.
Un vecino de Alsasua ha sido condenado a 2 años y 6 meses de prisión y una multa de 5.400 euros por haber publicado en Facebook fotografías íntimas de su exmujer con un perfil falso de la mujer. Además, deberá indemnizar a la denunciante con 5.000 euros.
Según relata la sentencia, el acusado y la denunciante se habían divorciado y ella había regresado a su país de origen, Ecuador.
Meses después, el hombre creó una cuenta de correo y un perfil en Facebook como si se tratara de la propia mujer, utilizando una fotografía de la denunciante.
La dirección IP del ordenador con la que se creó el citado perfil estaba asignada al teléfono instalado en el domicilio del acusado, en Alsasua.
Una vez había creado dicho perfil, el acusado publicó numerosas fotografías, que si bien habían sido tomadas por él con consentimiento de su mujer cuando eran matrimonio, no tenía permiso de ella para utilizarlas en las redes sociales En dichas fotografías, la mujer aparecía desnuda, con solo una parte de la ropa, en actitudes insinuantes o mostrando partes íntimas de su cuerpo.
Según relata la sentencia, estos hechos los cometió el acusado con intención de perjudicarla y humillarla ante todos sus familiares y amigos, de tal manera que copió todos los contactos que la mujer tenía en su verdadero perfil de Facebook y los invitó al nuevo perfil como si fuera ella misma.
En el mismo texto, se señala que tanto por su contenido como por el número de las fotografías, y al haber sido publicadas como si de la propia mujer se tratase, el acusado consiguió el efecto de que aquellas personas que las mirasen concluyesen que se dedicaba a la prostitución.
Así, al conocer sus allegados estas fotografías, en especial sus familiares, creyeron realmente que ella se dedicaba a la prostitución consiguiendo el acusado lo que se había propuesto de infligir a su exmujer una humillación ante ella misma y ante los demás.
La sentencia señala que estos hechos provocaron a la mujer un grave sufrimiento psíquico que motivó incluso el que la denunciante abandonara sus estudios universitarios, así como su trabajo, y que volviera a España.
