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COMERCIO LOCAL

Casa Antonio, la última tienda de ultramarinos que sobrevive en un barrio de Pamplona

El establecimiento ofrece algunas ventajas a los clientes, ya que el servicio a domicilio es gratuito y vende unas alubias exquisitas.

Fachada de la tienda Casa Antonio a la avenida de Carlos III en Pamplona. Navarra.com
Fachada de la tienda Casa Antonio que da a la avenida de Carlos III en Pamplona. Navarra.com

Antonio Zazu Berrade abrió su tienda en 1951 junto a su mujer Conchita Piramuelles González. Antonio dejaba por entonces atrás su vida como pastor de ovejas en el valle de Salazar para alquilar un local de unos 35 metros cuadrados en la avenida Carlos III, que convertiría en una de las tiendas de alimentación de referencia en el segundo Ensanche de Pamplona.

Es un local que está situado en la esquina de la avenida de Carlos III con la calle Gorriti. Está muy cerca de otros establecimientos que hemos conocido en esta sección de comercio local en la capital navarra.

El matrimonio formado por Antonio y Conchita, los dos ya fallecidos, tuvo tres hijos: Gloria, Javier y José, y de ellos es su hijo Javier Zazu Piramuelles el que sigue al frente de la tienda.

Nacido el 6 de agosto de 1960 en Pamplona, con apenas quince años dejó sus estudios de impresor en el colegio de los Salesianos de la capital navarra y se dedicó a ayudar a sus padres con el servicio a domicilio.

Sus padres se jubilaron y desde entonces su horario de trabajo apenas ha cambiado. Se levanta para las siete de la mañana para acudir a Mercairuña. A las nueve abre la tienda hasta las dos y media y por la tarde de cinco a ocho y media. Los ratos libres que tiene los dedica a llevar la contabilidad, organizar los pedidos y limpiar la tienda.

Ahora, con 63 años, Javier mira con nostalgia lo que fue su tienda y la cruda realidad donde todo ha cambiado. La sociedad es muy diferente. El barrio ha envejecido y la forma de comprar también ha cambiado con las grandes superficies fuera de la ciudad y las franquicias que han abierto en cada barrio.

Javier espera seguir unos años más en la tienda hasta la jubilación. Luego sobrevuela el cierre del local ya que es difícil que haya un relevo familiar. Tiene una hija de 25 años, pero el negocio va a menos y es poco atractivo para la gente joven.

De los casi treinta tiendas de ultramarinos que había en el barrio en el siglo pasado, solo sobrevive Casa Antonio. Se pueden encontrar las alubias negras de Tolosa, la pinta de Salamanca, el garbanzo de León... Además, se asesora al cliente sobre cómo cocinarlas y comerlas.

Su tienda ofrece también algunas ventajas. El servicio a domicilio es gratuito, están especializados en legumbres y productos de primera calidad de Navarra y trabajan siempre con primeras marcas.


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Casa Antonio, la última tienda de ultramarinos que sobrevive en un barrio de Pamplona