Tras más de 45 años asando castañas, Mikel Álvarez el castañero de San Nicolás, alegra a los vecinos del Casco Viejo de Pamplona, alargando la temporada hasta abril.
Las castañas, son ese pequeño manjar del que podemos disfrutar mientras damos un paseo por el Casco antiguo de Pamplona, o nos sentamos en un banco para poder saborear todo lo que pasa.
Sin embargo, como cada año, el fin del invierno marca el final de esta delicia estacional. No obstante, en esta ocasión, Mikel el castañero ha decidido alargar la temporada hasta abril, permitiendo a vecinos y visitantes seguir disfrutando de las castañas más allá de los meses habituales.
El clima cálido con el que hemos contado este invierno ha sido propicio para el cultivo de la castaña, lo que ha desembocado en un elevado número de castañas que recolectar. “Muchas personas me han pedido que me quede un poco más”, comenta Mikel, que cada tarde atiende con su característica simpatía a quienes se acercan a su puesto. "Así que aquí estaré, mientras las brasas aguanten y la gente siga queriendo castañas".
Este anuncio ha sido recibido con entusiasmo por los habitantes de San Nicolás, donde la presencia de Mikel es ya una tradición arraigada. Su pequeño puesto, con el crepitar de las brasas y el característico cucurucho de papel lleno de castañas humeantes, forma parte del paisaje urbano durante los meses fríos. Ahora, los amantes de este manjar otoñal podrán seguir disfrutándolo hasta la llegada de la primavera.
Para quienes aún no han pasado por su puesto, Mikel estará en su ubicación habitual, en la plaza de San Nicolás, todas las tardes desde las 16:00 hasta las 21:00-22:00, hasta finales de abril. "El calor de las brasas y el de la gente que se acerca a charlar son lo que me anima a seguir aquí", concluye con una sonrisa.
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