El fotógrafo Iñaki Aldatz ha trasladado recientemente su estudio a un nuevo local en Pamplona. A sus 48 años, está especializado en imágenes de familia, bodas, books, arquitectura y publicidad.
Su nuevo estudio está situado en la calle Rio Alzania número 3 en pleno barrio de La Milagrosa en la capital navarra. Muy cerca de otros establecimientos que hemos conocido de comercio local en Pamplona.
Como es el caso, por ejemplo, de la perfumería Peñas que ya va camino de los 60 años de vida con las hermanas Nieves y Mari José, o la panadería Tere que ha cumplido 65 años y que ahora dirige Javier Galbete.
Iñaki Aldatz Echeverría es un pamplonés de 48 años que estudió comunicación audiovisual en la Universidad de Navarra: "Luego estuve un par de años fuera. De siempre había hecho fotos. Trabajé poco tiempo en Foto Mena y enseguida vi la oportunidad de trabajar por mi cuenta".
Abrió su estudio en el barrio de Buztintxuri en el año 2006: "Las necesidades con las que abrí mi estudio eran unas en ese momento y siempre estaba con la cosa de cambiar para sacarle más provecho y hacer fotos de estudio o fotos de book. Me ha surgido esta oportunidad y me he venido aquí", señala.
No ha sido fácil encontrar un estudio a su gusto: "Ha sido un cúmulo de cosas. Siempre buscaba un sitio así como más industrial, con mucha altura, que tuviera una estructura como de garaje antiguo de esos fotógrafos 'chachis' de Nueva York".
Además, lo quería combinar con una buena ubicación: "No me quería alejar del centro de la ciudad. Este barrio tiene muchos locales de garajes antiguos. He elegido uno con sus casi cinco metros de altura para utilizarlo como estudio. Me hubiera gustado mucha más superficie, pero bueno aquí estamos", afirma Iñaki.
Está muy contento con el nuevo barrio: "Además vivo cerca de aquí y entre semana me resulta más fácil venir andando. El sitio me gusta y los vecinos me han recibido muy bien. Están encantados de que la gente emprenda en su barrio".
En cuanto a sus especialidades, indica: "Hago un poco de todo, Sobre todo dos líneas, una de fotografía social con eventos sociales, mucho trabajo de estudio infantil, comunión, etc. Mucho retrato de figuración para actores que necesitan su pequeño book. Luego, aparte foto comercial para empresas locales.
Iñaki reconoce que su negocio va bien, pero con unos condicionantes: "El fotógrafo autónomo tiene que estar a muchas cosas y hay que estar al pie del cañón. Hay que estar a todo, hay que trabajar, hay que currárselo, ofrecer un buen servicio, calidad y meter horas".
La fotografía profesional sigue teniendo un hueco importante, a pesar de la competencia y de los móviles: "Ha cambiado más la manera en la que el aficionado utiliza sus fotos. Antes con el revelado del carrete. Ahora con el movil es diferente y obliga a que la fotografía profesional evolucione. Creo que un fotógrafo profesional marca una diferencia y te da una calidad mayor", concluye Iñaki Aldatz.
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