Santiago Catalán Martínez es un hombre madrileño de 48 años de edad que lleva más de 2 décadas en Navarra. Fue profesor de autoescuela e impartió cursos para conductores en un centro de formación, hasta que decidió cambiar de vida y abrir su propia panadería, que se inauguró el sábado 16 de noviembre, a las 17 horas.
Se trata de la panadería La Mimosa Bread, situada en la Plaza Lakuondo, número 12, en Mutilva. El local se encuentra a unos pasos del barrio pamplonés de Lezkairu.
La Mimosa Bread está muy cerca de otros establecimientos que hemos conocido en este apartado de comercio local, como la carnicería Goñi, que va a abrir su quinta tienda, o la librería Kokea, con talleres y actividades increíbles para los niños.
Santiago Catalán comenzó a hacer pan en su casa hace 6 años. Nunca había pensado ser panadero. De hecho, la idea de comenzar a formarse para ello fue de su mujer. "Mi trabajo ya no me motivaba, y fue ella quien me animó a estudiar. Así acabé formándome en la Escuela Materia (un espacio de formación de panadería y repostería en Madrid)", explica.
Desde entonces, el panadero decidió que ese sería su futuro. Y ahora, a los 48 años de edad, ha abierto su primera panadería. En la inauguración del sábado 16 de noviembre, a las 17 horas, ofreció una degustación de sus panes, además de diferentes vinos y aperitivos. " El objetivo fue que los clientes probasen mis productos", declara.
La especialidad de La Mimosa son sus panes tradicionales de masa madre. Todos están elaborados a mano en su propio obrador, con harinas naturales y sin aditivos. "Lo mejor de los panes que elaboro es que aguantan fácilmente tres o cuatro días desde que los compras. Y se pueden congelar. De hecho, su mejor conservación es el congelado. Después, lo metes en el tostador y queda perfecto otra vez, como nuevo", asegura Santiago Catalán.
"Mi madre, que es muy mayor, no veía con muy buenos ojos el proyecto. Ella siempre me decía que compraba el pan en cualquier supermercado y que no pensaba cambiar. Ahora, cuando hablo con ella por teléfono, me dice que ya ha vaciado el congelador para que le baje alguno", expresa entre risas.
Además, cuando la panadería se asiente, también venderá bollería. Esa es una de las novedades que pretende incluir la panadería, así como la de elaborar talleres de cómo hacer pan, bizcochos y roscones. El obrador está planificado de manera estratégica para ellos.
De hecho, las cristaleras del obrador permiten ver todo lo que se hace en él desde fuera. "El local me gustó mucho por eso. Todo el mundo puede ver lo que estás haciendo. Así se ve que no se esconde nada. Aquí no hay mentiras", asegura el panadero.
A pesar de que las obras y el papeleo comenzaron en enero de este año, Santiago Catalán no ha perdido las ganas de iniciar su negocio. "Mi objetivo es que La Mimosa se mantenga con la ilusión que tengo ahora. Además de hacer pan, me gusta mucho el trato con los clientes. Y, también, que pueda dar trabajo a más gente", explica.
Incluso antes de haber abierto sus puertas, los vecinos de la zona le ayudaron a ello. "Aunque estuviese todo tapado, mucha gente venía, abría la puerta y me daba ánimos. Me decían que tenían muchas ganas de que abriese, y eso me ha ayudado mucho", expresa.
Tras la inauguración de la panadería, se podrán adquirir sus panes de masa madre en el local a partir del martes 19 de noviembre. Además, también se podrán realizar pedidos a través del WhatsApp de la panadería.
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