El toldo de la frutería Ignacio en la Rochapea revela parte del secreto de la tienda. Indica el año en el que abrieron el negocio, 1957. Son ya 67 años de vida laboral en uno de los barrios más populares de Pamplona.
La frutería está situada en la calle Bernardino Tirapu 59, muy cerca del cruce con la avenida de Marcelo Celayeta. Muy cerca también de otros establecimientos que hemos conocido en este apartado de comercio local en la capital navarra.
Como es el caso, por ejemplo, de la zapatería Cándido que recientemente celebró los 45 años de vida con una gran fiesta, o la nueva tienda de muebles Zona Sofá en la misma avenida de Marcelo Celayeta.
La historia de la frutería Ignacio empezó en 1956 cuando se entregaron las llaves de Casa Oscoz en la Rochapea. El constructor también le entregó unas llaves a Luchi Blasco Almanza para que abriera una tienda de ultramarinos en una de las bajeras.
Posteriormente, tomó el relevo su hijo José Ignacio Lacuey Blasco, que hoy tiene 73 años y sigue al frente de la misma con su hijo Jonathan Lacuey Ecay. Los dos madrugan todos los días para comprar fruta en MercaIruña y organizar la tienda para sus clientes.
José Ignacio Lacuey: "Mi madre empezó primero, luego yo y ahora mi hijo. Yo tengo 73 años años y estoy aquí al pie del cañón como un 'muete'. De momento no me quiero jubilar. Estoy a gusto y aquí estoy. Yo estoy fijo en la tienda desde los 14 o 15 años, y con el negocio yo solo desde que tenía 27 años".
"Creo que es la frutería más antigua del barrio. Esto era un ultramarinos porque mi madre ha vendido hasta lejía, colonia a granel y de todo. Hubo otra en el cruce de cuatrovientos y frente a nosotros hubo una lechería", señala el frutero pamplonés.
El secreto para seguir tanto tiempo trabajando "es ser autónomo porque hay que tener una salud de hierro. De momento estoy muy bien de salud y no tengo intención de dejarlo. Nos hemos especializado en frutas y verduras, conservas de Navarra, conservas ecológicas y fruta ecológica. Lo demás no tocamos nada".
La frutería mantiene el estilo antiguo en su interior: "Tengo hasta la báscula de mi madre, pero no sé donde ponerla y aún tenía otra más antigua que se la dejé a Zabalza el de la huerta. Yo he conocido aquí hasta los rieles de la vía del tren". Tenemos mucho cliente que es gente joven porque no dejamos que coja nadie la fruta y verdura".
Jonathan Lacuey Ecay tiene 45 años y ya lleva más de 20 años en la tienda "Salí de la FP y jubilé a mi madre. Es un orgullo y un lujo que siga trabajando con mi padre, que está como un toro. Es su mundo. Mandamos los dos. A veces él y a veces yo".
Está contentos con la marcha del negocio: "No nos podemos quejar para nada de las ventas. Ya no hay tiendas como la nuestra y eso la gente lo valora. Además, no dejamos que el cliente toque la fruta y por eso viene mucha gente joven. Solo la cogemos nosotros de los estantes".
Abren al público en horario normal a partir de las 9 de la mañana: "Pero hay unas horas previas que es un horario matador. Estamos en la tienda para las seis menos cuarto de la mañana, después de comprar género en el mercado, y vamos los dos a comprar", finaliza Jonathan.
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