COMERCIO LOCAL
La joven pareja que le da una segunda vida a un bar de Pamplona cerrado hace cinco meses
Desean "crear un lugar acogedor, cálido y divertido donde se pueda comer y beber rico, y simplemente pasar un buen rato", aseguran.

El bar Chaflán de Pamplona ha recuperado a sus antiguos clientes desde hace pocas semanas, después de cinco meses cerrado al público. Vuelven los desayunos, los cafés con leche, los fritos, los pinchos y los almuerzos de un local muy conocido en la ciudad.
El Bar Chaflán está situado en la esquina de las calles Aralar e Iturralde y Suit, en pleno segundo Ensanche de la capital navarra. Muy cerca de otros establecimientos que hemos conocido en este apartado de comercio local.
Como es el caso, por ejemplo de la panadería de May, situada justo enfrente al bar que abre todos los días a las 7 de la mañana, o la tiendita de Aralar, un pequeño supermercado de barrio que sigue abierto pese a la dura competencia.
El bar Chaflán lo gestionaba hace tiempo la bielorrusa Marina Talochka junto al bar El Sitio en la calle Paulino Caballero 52. Hace unos meses decidió cerrar el bar Chaflán y se ha quedado solo con El Sitio.
La sobrina de Marina, Juliya Buzdizhar, trabajaba con ella y al final le ofreció llevar el bar Chaflán junto a su marido Aliaksey Luhin que se dedicaba a la construcción. Los dos jóvenes, de 25 y 29 años de edad, han recuperado el bar y están mejorando la oferta de productos.
"Por supuesto. Estamos contentos de haber abierto el bar. Podemos volver a trabajar y hacer feliz a la gente. Todos estaban muy aburridos", asegura Juliya con una sonrisa. "Todavía quedan muchos detalles por terminar como la televisión y algunas estanterías".
La idea que tienen del nuevo bar "consiste en crear un lugar acogedor, cálido y divertido donde se pueda comer y beber rico, y simplemente pasar un buen rato. El objetivo del proyecto es mejorar la calidad de los servicios y elevar su nivel", señala.
"Planeamos ampliar el surtido de productos como el café, bebidas alcohólicas y no alcohólicas. También queremos introducir nuevos platos además de tortillas y pinchos, incluyendo pastelería dulce y ensaladas con presentaciones y sabores interesantes", asegura la pareja.
"Queremos crear algo que no exista en la ciudad. Ofrecer bebidas de café únicas con la incorporación de jarabes y cócteles que no solo sean bonitos sino también deliciosos, junto a bebidas mo alcohólicas y limonadas", explican.
Reconocen que les queda mucho todavía: "Estamos apenas en el inicio del camino. Por ahora ofrecemos lo mismo que en otros bares. Sin embargo, estamos trabajando en crear todo lo mencionado. No obstante, ya hay más clientes que al principio".
En cuanto a Pamplona, señalan: "Por supuesto que me gusta. Es una ciudad hermosa y la gente aquí es buena. Ya nos hemos hecho amigos de muchos de ellos", aseguran Yuliya y Aliaksey.
No faltan las tortillas de patata, los fritos, pinchos y las cazuelicas preparadas en la misma barra, además de la máquina de café. Todavía no hay menú del día "pero hay planes para que sea muy pronto una realidad", concluyen.