• sábado, 20 de diciembre de 2025
  • Actualizado 10:02
 
 

COMERCIO LOCAL

La pequeña empresa que resiste tras 45 años en un barrio de Pamplona y con relevo asegurado: "Es la tercera generación"

La última incorporación ha sido la sección de bordado con el diseño de pañuelos de fiestas, camisetas personalizadas, batas, etc.

Carmelo Echeverría con su hermano José Manuel y su sobrino en la tienda Rotulux de Pamplona. Navarra.com
Carmelo Echeverría con su hermano José Manuel y su sobrino Iñaki en la tienda Rotulux de Pamplona. Navarra.com

En la era de los pedidos online, los diseños exprés y los carteles hechos desde un móvil, la tienda Rotulux sigue levantando la persiana cada mañana en Pamplona. Es una de las pocas tiendas de rotulación que quedan en la ciudad, un negocio familiar que ha resistido crisis, modas tecnológicas y el impacto de internet con una fórmula sencilla: trabajo artesanal y trato personal.

El local está en la calle Sangüesa, 37, en pleno barrio de la Milagrosa, donde el nombre de Rotulux se ha convertido casi en un clásico del barrio. Su historia empieza fuera de Pamplona, en Marcilla, donde nació Carmelo Echeverría Martínez.

Después se trasladó a Barcelona con su mujer, Noelia Vallejo, trabajó en la empresa Rótulos Mercader y allí nacieron sus dos hijos: Carmelo y José Manuel. En 1983, la familia decidió volver a Navarra, Carmelo buscó un local en Pamplona y dio forma a Rotulux, especializada en rótulos de interior, sellos, grabados, serigrafías y bordados.

Desde entonces, el negocio ha crecido con la misma filosofía artesanal, pero sin miedo a incorporar novedades. La última incorporación ha sido la sección de bordado con el diseño de pañuelos de fiestas, camisetas personalizadas, batas, ropa de cuadrillas y textil laboral. Este servicio lo lleva Inés Antón Lasterra, esposa de Carmelo hijo, que ha creado su propia marca dentro del local bajo el nombre comercial Borda2.

Hoy, quien aún se asoma cada día a la tienda es el hijo mayor, Carmelo Echeverría Vallejo, aunque ya casi está de salida. A sus 67 años se encuentra en “jubilación activa” y lo cuenta con naturalidad: “Estoy jubilado al 90%. Yo vengo a ayudar un poco y cuando viene alguien le atiendo. Lo que quiero es que ellos cojan todo al cien por cien porque hay continuidad".

"Sigo por echarles una mano. El que sigan con esto es para estar contento”. Lleva en el mismo mostrador desde el primer día: “Llevo aquí 42 años desde que abrimos con mi padre de financiador y yo. Ahora estoy con mi hermano José Manuel y con su hijo Iñaki Echeverría Antón, que es la tercera generación”.

El balance de estas cuatro décadas, sostiene, ha sido positivo pese a los altibajos. “Hemos aguantado 42 años con muchas crisis y altibajos como la pandemia. Ha habido que actualizarse constantemente porque cuando empecé aquí era todo muy diferente. Fuimos mejorando. De hacer primero todo a mano, luego llegó la informática que lo cambió todo. Este es un trabajo personalizado y es muy difícil conseguirlo en internet, así que tiene viabilidad”, reflexiona.

Hoy ya no fabrican los grandes letreros de antes, sino encargos más finos y específicos: rótulos frontales, banderolas, sellos de caucho, grabados en latón, aluminio, plástico o pvc, diseños a láser a medida y rotulación textil.

“Se puede vivir de este negocio. Tiene una cosa buena que hay trabajo y que se vende. No es un letrero grande como señalización de carreteras, pero se trabaja mucho y los precios son menores, pero se puede vivir. Lo que hay que hacer es trabajar como en la época de las mascarillas”, explica mientras repasa los encargos habituales.

El negocio funciona con horario estable, de lunes a viernes, sin turnos partidos. Eso sí, el taller exige presencia: “las vacaciones son limitadas porque más de 15 días es complicado”, admite. Aun así, queda el orgullo de haber mantenido un comercio de referencia: “Es un local que lo conocen en todo el barrio y en Pamplona es un punto de referencia. De rotulación tan completa como esta creo que es la única en la ciudad”.

El vecindario lo confirma también en internet. Las reseñas ensalzan el trato y su forma de trabajar: “Empresa familiar de rotulación con trato muy cercano y atento. Siempre que encargo algo me aconsejan y lo hacen todo con mucha calidad y precisión. Se nota que tienen muchos años de experiencia en el sector. Totalmente recomendable”.

Otro cliente repite el mismo mensaje a su manera: “Tienda veterana en Pamplona. Buenos profesionales y amables. Trabajamos toda la vida con ellos. Tienen todo lo que puedas imaginar en rótulos, chapas, pegatinas, textil, etc”.

¿Tienes una tienda, un bar, un restaurante o un local comercial en Pamplona o alguna localidad de Navarra?

¿Quieres salir en nuestra sección de Comercio Local y que miles de personas conozcan todo lo que ofreces con una noticia y fotografías hechas por profesionales?

Escríbenos a esta dirección y hablaremos contigo para contactar cuando antes: [email protected]


Apóyanos para seguir realizando periodismo independiente.


  • Los comentarios que falten el respeto y que no se ciñan al tema de la noticia, podrán ser eliminados.
  • Cada usuario será el único responsable de sus comentarios.
La pequeña empresa que resiste tras 45 años en un barrio de Pamplona y con relevo asegurado: "Es la tercera generación"