Rápido encierro el que han protagonizado esta mañana de sábado los toros de la ganadería de Guadalest, de Cáceres, durante su recorrido por las calles de Tudela hasta llegar a la Chata de Griseras.
Dos mozos han resultado heridos leves, según los datos facilitados por Protección Civil y Cruz Roja. Se trata de M.J.B., de 56 años y natural de Cascante, que ha sufrido una distensión muscular, y un vecino de Lumbier de 19 años que responde a las iniciales de X.Z. y que ha sufrido una contusión en el pecho y la rodilla derecha. Ninguno de los dos ha requerido traslado hospitalario.
A los toros les ha costado salir de los corrales, ya que desde que han tirado el primer cohete, que da comienzo al encierro, hasta que se ha escuchado el segundo, que informa de que todos los astados ya están en el recorrido, ha habido bastante tiempo de diferencia.
La manada completa ha tardado así más de lo habitual en salir de los corrales, ya que uno de los cabestros se ha incorporado con los dos de cola segundos después de que los otros cinco mansos que acompañan a los toros ya hubieran comenzado el recorrido.
En el resto de los tramos, los astados han vuelto a volar por las calles de la capital ribera, donde en la avenida de Zaragoza sí que se ha podido ver cómo algunos de ellos derrotaban hacia los lados. De hecho, los voluntarios de la Cruz Roja han tenido que atender a algún corredor en esa zona tras el paso de los toros.
La carrera, que ha durado 2 minutos y 55 segundos, ha seguido la tónica de jornadas anteriores y ha transcurrido rápida y sin excesivos momentos de peligro. Aunque en la calle Almajares, los astados han realizado algún derrote hacia los mozos.
LA MANADA, COMPACTA
Con velocidad, la manada ha llegado hasta la última curva, en la que ha habido caídas de los toros. El primero de ellos, un toro negro que iba muy rápido, ha derrapado en la curva y se ha ido al suelo. Poco después, sus hermanos han podido evitar una caída similar, pero se han apelotonado en ese lugar, antes de enfilar la entrada al callejón de la plaza.
Una vez dentro del coso, la manada, que estaba compacta, no ha tenido problemas para cruzar la plaza y entrar en los corrales, mientras el público que llenaba los graderíos aplaudía a los corredores. De nuevo, el tiempo del encierro ha estado por debajo de los tres minutos.
Tras el encierro, el público asistente en el coso tudelano y los participantes en el encierro han podido disfrutar de la suelta de vaquillas, con animales de la ganadería de los Hermanos Ganuza, de Artajona.
Los seis astados de la ganadería cacereña que esta mañana han llegado hasta los corrales de la plaza serán lidiados esta tarde, a partir de las 18.30 horas, por los diestros El Cid, Manuel Escribano y Juan del Álamo.
UN HERIDO POR ASTA DE TORO
Por el momento, los cuatro encierros de estas fiestas de Santa Ana solo han causado un herido por asta de toro. Se produjo el viernes, cuando un mozo fue corneado por un ejemplar de la ganadería de Merino Grande, de Marcilla.
El hombre, de 25 años y vecino de Zaragoza, sufrió una cogida a la altura del hotel Bardenas, cuando los toros ultimaban la avenida de Zaragoza antes de girar para entrar al ruedo de la capital ribera. Un toro que abría manada y que se había separado de sus hermanos lo corneó cuando el joven trataba de subir al vallado.