Rapidísimo cuarto encierro del Pilón de Falces en el que la ganadería de Lastur de Iziar ha protagonizado una carrera rapidísima y limpia.
A una velocidad frenética, las vacas, en fila de a una, han hecho esforzase al máximo a los mozos que a duras penas gozaban de espacio y escapatorias para evitar ser arrollados.
Según relatan las autoridades médicas, seis corredores ha tenido que ser atendidos, aunque ninguno de ellos por herida de asta, sino por quemaduras y heridas tras caídas.
Casi todos ellos han sido atendidos por raspaduras en el tramo final, al final de la bajada, en el acceso a la localidad.
Las vacas de Lastur de Iziar han corrido agrupadas en todo momento imposibilitando colarse entre ellas a los mozo y obligándoles arriesgar ante las astas del animal que abría la manada.
