POLÍTICA
Domínguez se calla en el Parlamento y no explica por qué fulminó al director general de Salud
El consejero se ha limitado a decir que fue una "decisión personal" y la oposición critica sus resultados.
El consejero de Salud del Gobierno de Navarra, Fernando Domínguez, ha evitado ofrecer explicaciones concretas sobre el cese del gerente del Servicio Navarro de Salud, Alfredo Martínez, una decisión que ha defendido como “personal” y “reflexionada”. En su comparecencia parlamentaria, solicitada por el PPN y EH Bildu, ha asegurado que fue “lo mejor para el Servicio Navarro de Salud y para el Departamento de Salud”.
Domínguez ha insistido en que la destitución fue una decisión interna, adoptada “sin presiones externas” y tras “pensarlo mucho”. “Decidí que era momento de contar con otra persona”, ha afirmado, sin precisar las causas. El consejero ha reconocido que el cambio le “costó muchísimo en lo personal”, pero ha insistido en que “era lo mejor”.
El consejero ha recalcado que su obligación es “crear su equipo”, y que del mismo modo que nombra a sus cargos de confianza, también tiene potestad para cesarlos. “No suelo tomar decisiones de forma irresponsable o improvisada”, ha afirmado, al tiempo que ha pedido que no se mezclen “rumores o comentarios” con el relevo de Martínez.
La semana pasada, el departamento nombró a Jon Guajardo como nuevo gerente del Servicio Navarro de Salud, quien ya se ha incorporado al cargo. Domínguez ha agradecido su “predisposición” y ha negado que el cambio suponga un enfrentamiento con el estamento médico. “Les recuerdo que pertenezco a él desde hace 49 años”, ha señalado.
Desde la oposición, los grupos parlamentarios han coincidido en reprochar al consejero la falta de explicaciones y la ausencia de un relevo inmediato. La portavoz del PPN, Irene Royo, ha señalado que “no se trata solo de cambiar un gerente, sino de cambiar la visión y los objetivos del departamento”. Ha advertido que con el nuevo gerente “se abre una oportunidad” para mejorar los resultados, especialmente en materia de listas de espera.
Por su parte, Txomin González (EH Bildu) ha admitido que el cese “cogió de sorpresa” a su grupo y generó “incertidumbre”, al producirse “en fechas sensibles” para la elaboración de los presupuestos. “Era el gerente del Servicio Navarro de Salud, una de las figuras con más carga en el diseño de los proyectos”, ha recordado.
Desde UPN, Leticia San Martín ha criticado la forma en la que se ejecutó el cese, pese a compartir la necesidad de relevo. “Llama la atención que para ser una decisión tan meditada no tuviera sustituto preparado”, ha afirmado. La parlamentaria regionalista ha considerado “sintomático” que el consejero “tuviera que tocar tantas puertas para encontrar un nuevo gerente”.
En nombre del PSN, Maite Esporrín ha defendido que los nombramientos y ceses de altos cargos “son competencia exclusiva del consejero”. “Al final de la legislatura se valorarán los resultados, pero ahora hay que dejar trabajar”, ha dicho, lamentando que Domínguez “tenga asegurada la crítica haga lo que haga”.
La portavoz de Geroa Bai, Isabel Aranburu, ha considerado que la destitución es “una muestra de autocrítica y valentía”, al reconocer que “no todo se está haciendo tan bien como se quisiera”. También ha recordado que los cambios en los equipos directivos “no son algo extraordinario”.
Por parte de Contigo-Zurekin, Daniel López ha interpretado el cese como “una oportunidad para reflexionar sobre los retos pendientes”, y ha deseado “éxito al nuevo gerente”. En cambio, Emilio Jiménez (Vox) ha sido más duro: “Han hecho falta dos años para darse cuenta de que esto no funciona. El relevo debería ser el suyo, consejero”.
Pese a las críticas, Domínguez ha cerrado su intervención defendiendo su autonomía y su criterio. “Tengo un respeto enorme por Alfredo Martínez y lo voy a seguir teniendo”, ha dicho, insistiendo en que el cambio “no implica un fracaso, sino una nueva etapa para el Departamento de Salud”.