Las fiestas de San Fermín se aproximan y se están empezando a notar cambios en Pamplona. Las tiendas de ropa exhiben en sus escaparates la vestimenta tradicional y, como es lógico, los bares y restaurantes de la capital navarra se preparan para esta odisea.
Con la intención de sobrevivir durante la semana que duran estas fiestas, los negocios de hostelería abren sus reservas hasta un año antes de San Fermín. Ese es el caso del restaurante El Burladero de Pamplona, ubicado en la calle de Emilio Arrieta 9.
Este local, muy próximo a la plaza de toros de Pamplona, lo regenta Alberto Contín Otegui junto con su hermano Juan Luis. Ambos llevan el restaurante desde el 10 de octubre del año 2000. Casi un cuarto de siglo después, mantienen sus puertas abiertas para satisfacer a sus clientes más habituales.
El nombre del restaurante viene del lugar en que se protegen los toreros y sus cuadrillas, detrás del vallado que delimita el ruedo de la plaza de toros. Aprovechando que el local está pegado a la plaza de Pamplona, la decoración se basó en elementos relacionados con el mundo de los toros.
En El Burladero hace meses que dejaron de aceptar reservas para comer en San Fermín. "Nuestras mesas ya están completamente llenas. Desde el día 6 de julio hasta el día 14. Las tenemos completas desde hace ya dos meses. Una vez estamos llenos, el teléfono suena todos los días. No da de sí. Ahora de cada cuatro llamadas que nos llegan, tres son para reservar en San Fermín", explica Alberto Contín.
Aquellos que han llamado con antelación y han logrado una reserva podrán disfrutar del menú especial de San Fermín: "Todos los años preparamos siempre un menú de San Fermín. Alguno de los platos a destacar que tenemos son las pochas o el estofado de toro, que es muy típico de estas fechas. Luego ya en la carta tenemos las piparras, el tomate y el chuletón", detalla el dueño.
Como cabría esperar, llenar todas las mesas implica una labor incesante durante la celebración. "Nosotros al final, debido al alto volumen de trabajo, tenemos que simplificar lo máximo posible nuestro menú y lo que ofrecemos", relata.
Por suerte, ya están más que listos para recibir a todos los comensales: "De ocupación, rondamos las 180 personas. Y durante el resto del año también viene mucha gente a comer. Al final llevamos 24 años aquí y ya nos hemos convertido en un clásico de Pamplona", añade Contín.
También señalan el tipo de clientela que se acerca a su restaurante durante las fechas de San Fermín. Alberto Contín destaca que "aquí trabajamos con una clientela que son los habituales de siempre, y luego de fuera vienen pues una vez al año. Tenemos mucho público francés adulto, del bueno, de los que gastan mucho".
Además, como saben perfectamente la abundante afluencia de gente que llega durante la semana, hacen cambios importantes en su plantilla. "Normalmente, trabajando aquí somos 14 personas, pero durante la semana de San Fermín contratamos a más gente para sobrellevar la situación. En total durante esa semana seremos 30 personas", continúa el gerente.
