Juan Pedro Lecuona es uno de los corredores más conocidos del encierro de las fiestas de San Fermín en Pamplona. El navarro lleva desde 1989 participando en esta carrera tan peligrosa, sin faltar un solo año.
Este año 2024 no ha participado en los primeros encierros, ni lo va a hacer en los que faltan por celebrarse, para sorpresa de sus compañeros de tramo y de muchos pamploneses y visitantes que le echan en falta en el último tramo de Telefónica y bajada al callejón de la plaza de toros.
Juan Pedro Lecuona explica así su ausencia en los encierros de San Fermín 2024: "El 6 de junio tuve una intervención en la unidad de cardiología del Hospital de Navarra. Tengo que agradecer a todos los que me echaron el 'capotico' del santo, ya que cayó en día de la escalera. Súper agradecido, aunque ahora no pueda correr".
Su ausencia en los encierros de este año le provoca "un poco la frustración al principio, pero luego vas entendiendo que me han dado otra oportunidad. Tenía síntomas de sudoración, ganas de toser, de vomitar. Yo pensaba que era algún tipo de covid. Mi mujer Begoña me convenció para ir al médico del centro de salud".
"El médico acertó a tiempo en su diagnóstico. Yo no pensaba ni por el forro que pudiera tener algo así. Hice una serie de pruebas, con un trato humano exquisito, porque ya pensaba que no iba a llegar a San Fermín. Ahora me siento bien, pero tomo una medicación. Por lo menos por la tarde participo con las mulillas", señala Lecuona.
"Yo me quería engañar o estaba engañado con la ilusión enorme que tenía de correr el encierro. El médico me dijo que me centrara y que este año no iba a ser posible. Tengo que bajar peso y ahora estoy en sus manos. Agradecidísimo de poder contarlo".
"Yo pensaba correr y de repente te encuentras con esto. En 2010 me pilló Cachero de Miura y en 2018 tuve un traumatismo craneoencefálico, pero no se me quitaron las ganas. Ahora es diferente. Los médicos me han salvado la vida", asegura convencido.
Así ve los encierros de este años: "Con mucha frustración. El primer día me fui a pasear por el Monte Ezkaba a las 6 de la mañana. Me vi más tranquilo y ahora ya voy disfrutando de otra manera de los Sanfermines. La mejor medicación contra esto es la esperanza", concluye Juan Pedro Lecuona.
