• viernes, 19 de abril de 2024
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SOCIEDAD

Dos amigos de la mili se reencuentran en Pamplona 37 años después: "Cuando le vi supe que era él"

Gracias a un grupo de Facebook de Pamplona los dos amigos han tenido la oportunidad de volver a verse.

Paco Sánchez y Patxi Randez tras su reencuentro en el cuartel militar de Aizoáin. CEDIDA
Paco Sánchez y Patxi Randez tras su reencuentro en el cuartel militar de Aizoáin. CEDIDA

El servicio militar obligatorio en España se remonta desde el año 1700 y hasta 2001. Los hombres jóvenes tenían la obligación de realizar el servicio de al menos un año tras cumplir los 18 años

Durante ese tiempo en los cuarteles según la ciudad de destino, muchos hacían amistades que después duraban toda la vida o que luego incluso no se volvían a ver. En algunos casos, existen grupos de Facebook en recuerdo de los propios cuarteles que sirven para que antiguos compañeros de la mili se reencuentren.

 Aunque ese reencuentro no siempre es fácil y alguno trata de buscar por su propia cuenta a aquellos ex compañeros con los que tuvieron buena amistad. Es el caso de Francisco Javier Sánchez (Paco) y Francisco Javier Randez (Patxi), un madrileño y un pamplonés que en 1985 coincidieron en la brigada 'América 66' del cuartel de Aizoáin, Berrioplano.

Terminaron la mili y no volvieron a verse más hasta el 20 de marzo de este año, cuando se reencontraron tras 37 años y gracias a un grupo de facebook. "En 2016 entré en una página de facebook del cuartel donde hice la mili que se llama 'Memorias de la mili en Pamplona. Infantería América 66. Aizoain'. Ahí encontré a otro compañero y fui a Sevilla a estar con él y el vino a Madrid. Con el tiempo quise encontrarme con este compañero de Pamplona, me acordaba de él pero no de su nombre", detalla Paco Sánchez, natural de San Martín de Valdeiglesias.

 Así, se topó con el grupo de facebook 'Pamplona y su gente' y subió una foto antigua suya y de Patxi en la mili. "En cuestión de media hora un amigo suyo me puso en contacto con él", explica. 

Paco Sánchez entró llegó al cuartel de Aizoáin en marzo de 1985 tras estar en Vitoria. En aquel momento, Patxi era voluntario y comenzaron a entablar amistad. Entre los muchos recuerdos que tienen juntos, Paco recuerda uno con cariño. "En aquellos tiempos la economía estaba mal y no podías tirar del dinero de tus padres. Patxi y yo éramos cabos y fumábamos los dos. Cuando a él le tocaba guardia en fin de semana me pedía hacérsela porque así él se podía ir a su casa en Pamplona, a mí me daba igual porque no podía irme. Le hacía las guardias a cambio de tabaco", relata entre risas.

También recuerda con especial cariño a sus superiores. "El teniente Tapia, el tito Tapia como le llamábamos, era nuestro jefe de pelotón y era un militar de los pies a la cabeza. En aquel entonces nos parecía un militar muy recto y serio pero luego con los años te das cuenta que era una persona que lo único que quería era que aprendiésemos y fuéramos por el buen camino", cuenta. Paco también contacto con él. "Ahora es general de brigada y me sorprendió que pudiera contactar con él. Era muy buena persona, nos tenía a todos como si fuéramos sus hijos". 

Francisco Javier Sánchez durante el servicio militar obligatorio en el cuartel América 66. CEDIDA
Francisco Javier Sánchez durante el servicio militar obligatorio en el cuartel América 66. CEDIDA

La unidad en la que estaban era una brigada de montaña y por aquel entonces no utilizaban vehículos. "Utilizábamos mulos, con ellos íbamos por todos los sitios. Cada compañía tenía como 50 mulas por lo que había cientos de ellos. Era curioso porque cuando salíamos a hacer maniobras parecíamos como en las películas. Íbamos en una hilera enorme todos juntos", explica. 

Las experiencias en la mili son todas diferentes, hay quienes no tienen buen recuerdo y otros, aunque tuvieran momentos duros, no lo recuerdan como un momento negativo. "Nuestro cuerpo era duro, pero estábamos juntos todo el día y con la camaradería teníamos momentos que lo pasábamos muy bien, hacíamos muchas actividades", relata. 

Francisco Javier Sánchez durante el servicio militar obligatorio en el cuartel América 66. CEDIDA
Francisco Javier Sánchez durante el servicio militar obligatorio en el cuartel América 66. CEDIDA

Una vez terminaron el servicio militar obligatorio, cada uno tomó su camino y no volvieron a hablar. Paco volvió a San Martín de Valdeiglesias, se casó con su mujer y formó una familia. "Al final estás deseando salir del cuartel y no volver a aparecer. Cada uno hace su vida, te vas olvidando hasta que ves los álbumes y ves fotos de aquellos tiempos. Empiezas a darle vueltas y quieres volver a verles. Asi sucedió". Ahora, Paco Sánchez, de 58 años, trabaja en una empresa de electricidad mientras que Patxi Randez, de 56, está en una empresa de mantenimiento. 

Así, en el puente de San José, el lunes 20 de marzo era festivo en Madrid, por lo que Paco acudió con su mujer a Pamplona, no había vuelto desde hace 37 años. "Cuando le vi era el mismo, seguía teniendo la misma cara. Nos reencontramos donde el cuartel y estuvimos dando un paseo hablando de nuestras historias y recordando todo", detalla. 

Francisco Javier Sánchez durante el servicio militar obligatorio en el cuartel América 66. CEDIDA
Francisco Javier Sánchez durante el servicio militar obligatorio en el cuartel América 66. CEDIDA

Paco acudió junto a su mujer, que también quería visitar Pamplona y los puntos más conocidos como el recorrido del encierro, la catedral... "El Casco Viejo no ha cambiado nada, parecía que era como si hubiera estado ayer. La calle Estafeta, que era por donde íbamos, sigue igual". 

Aunque Paco no había vuelto a Pamplona, sí que ha frecuentado la Comunidad foral. "He estado en Tudela y ya he hecho varias veces la Javierada desde ahí. También he estado en el Valle del Roncal", relata. La emotiva historia entre Paco y Patxi no acaba tras este primer encuentro porque volverán a verse.

 Sin ir más lejos, el 10 de junio se celebra la San Cristóbal Xtreme y hay una jornada de puertas abiertas en el cuarte de Aizoáin. Ahora con más razón, Paco volverá con la intención de no perder el contacto con su amigo de la mili. 

Tras el reencuentro, Paco publicó también una foto del mismo día en el grupo de Facebook donde logró dar con él. La gente ha reaccionado con mucho cariño a esta historia ya que la publicación cuenta con más de 700 me gustas y 80 comentarios.

Paco no va a parar, quiere seguir buscando más compañeros y está en búsqueda de uno que es de Huelva y otro que es de Galicia. De momento, su búsqueda está siendo más complicada pero no quiere rendirse. 


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