SOCIEDAD
El bosque de ensueño cerca de un pueblo de Navarra que se destruyó por un incendió dos veces
La ruta para llegar a este bosque tiene señalizaciones diferentes dependiendo de qué tipo de recorrido quiere uno tomar.

Navarra es, sin lugar a dudas, un destino de ensueño para las vacaciones de verano. Su temperatura fresca y la gran cantidad de bosques y paisajes verdes lo hacen perfecto para los turistas que buscan un cambio de aires y para los locales que quieren descubrir nuevos lugares.
Cuanto más al norte, más fresquito hace, como en el municipio de Isaba. Esta pequeña localidad se encuentra a 96 km al este de Pamplona y tiene una población de poco más de 400 habitantes. Sorprendentemente, es el pueblo con más habitantes de todo el valle del Roncal.
La localidad de Isaba se remonta a la Prehistoria. Gracias a unos yacimientos arqueológicos encontrados en la zona, se descubrió el origen pastoril de los pobladores. Desde el siglo XI se sabe de la existencia de lugares y villas con alcalde en el valle y ya en el siglo XIV se identificaron las poblaciones del valle, siendo una de ellas Isaba.
En 1375 se menciona por primera vez el Tributo de las Tres Vacas, uno de los tratados más antiguos de Europa y en el que la villa de Isaba está fuertemente vinculado. Aunque este tratado se menciona en el siglo XIV, hay indicios de que el tratado viene de siglos atrás.
Isaba sufrió dos importantes incendios en 1427 y en 1523. El primero dejó reducidas a escombros a la décima parte las 270 casas de la villa. Tras ese desastre solo se salvaron 27 casas. El segundo devastó la iglesia de origen medieval en la que se conservaba el archivo del Valle de Roncal. Su destrucción ha impedido conocer mejor en la actualidad la historia de los roncaleses.
Destaca en el pueblo la iglesia de San Ciprano, un templo con aspecto de fortaleza construido en el siglo XV. Cuenta también con un bellísimo órgano barroco construido en 1751, el cual es uno de los pocos ejemplares históricos de Navarra aptos para conciertos o para la grabación de discos.
La basílica de Nuestra Señora de Idoya, construida en el siglo XVI. En su interior preside un hermoso retablo barroco de hacia 1700 en el que se muestra una talla gótica de la Virgen de Idoya del siglo XIII. Adosada a la ermita se encuentra la casa del ermitaño en la que se puede visitar un pequeño museo en el que se pueden ver desde antiguas herramientas hasta fotos de primeros del siglo XIX.
Al estar tan al norte de Navarra, en la frontera con Francia, las zonas boscosas predominan alrededor del valle. De entre esos frondosos bosques resalta el hayedo que hay al norte de Isaba. Este hayedo es conocido como Mata de Haya o como el Rincón de Belagua.
Es considerado el pulmón del valle de Belagua y que puede recorrerse fácilmente en verano gracias al balizamiento del camino. En invierno, esa zona se cubre de nieve y se puede recorrer parte de la ruta con raquetas de nieve.
La ruta puede recorrerse de diferentes maneras. Hay senderos que son casi 5 km de longitud y toman cerca de 3 horas y hay otros que superan los 12 km y llevan más de 4 horas.
Para llegar al inicio de la ruta, se puede aparcar en el parking de la carretera NA-137, antes de cruzar el río Belagua, conduciendo 12 km hacia el norte desde Isaba. La ruta es circular y apta para todos los públicos.