En el centro de Leiza, a un paso de la vía verde del Plazaola, hay un restaurante que se ha convertido en una parada obligatoria para quienes recorren la zona o buscan una buena comida casera.
Se trata del bar-restaurante Beatrizenea , una taberna sencilla y cálida que destaca por sus platos caseros. Los clientes valoran la relación calidad-precio de este establecimiento. De hecho, el ticket por persona oscila entre los 10 y 20 euros.
Especializado en cocina tradicional navarra, Beatrizenea ofrece menús del día con platos de temporada y propuestas de siempre, como las alubias, el ajoarriero con huevo frito o su famosa tarta de queso.
También se pueden pedir pinchos, bocadillos y platos combinados: desde lomo con patatas hasta chistorra con huevo frito.
EL POSTRE ESTRELLA: LOS CANUTILLOS DE CREMA
Uno de los postres más comentados por quienes visitan esta taberna, junto a la tarta de queso, son los canutillos de crema, que muchos definen como “inolvidables” y que se han ganado un hueco entre los más recomendados de la zona.
El comedor del restaurante cuenta con una chimenea que crea un ambiente muy acogedor en los meses de frío. El trato del personal es cercano y amable, lo que, junto con la cocina casera, convierte cada visita en una experiencia agradable.
Gracias a su ubicación, el Beatrizarena es también una excelente opción para quienes recorren la ruta del Plazaola. Ya sea después de una caminata o para hacer una parada, este restaurante ofrece comida sabrosa, casera y sin complicaciones.
Si buscas comer bien y rodeado del paisaje del norte de Navarra, el restaurante Beatrizenea de Leitza es una de esas joyas que merece la pena descubrir.