Autoridades navarras y ciudadanos de Pamplona han asistido este domingo en la Catedral de la ciudad a una misa por las víctimas de la Dana oficiada por el arzobispo Florencio Roselló, residente durante treinta años en la Comunidad Valenciana, quien ha afirmado que tiene "el corazón encogido".
A esta celebración religiosa por las más de 200 víctimas mortales de la Dana han asistido, entre otras autoridades, la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz; la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite; la delegada del Gobierno, Alicia Echeverría; consejeros del Gobierno foral; parlamentarios; diputados y senadores.
También ha estado presente una representación de la directiva de Osasuna, encabezada por el presidente del club, Luis Sabalza, y miembros de la Casa de la Comunidad Valenciana en Pamplona, así como responsables de partidos políticos, universidades y otras instituciones y colectivos sociales.
En su homilía en una Catedral abarrotada de personas, el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Florencio Roselló, ha afirmado que está en contacto con Valencia, ve las imágenes, escucha las noticias, habla con gente cercana de la 'zona cero' y tiene "el corazón encogido".
Roselló ha narrado que ha hablado con algunos conocidos, amigos, "casi hermanos", y ha podido comprobar que "lo han pasado y están pasándolo muy mal". Algunos de los que han sufrido las consecuencias de la Dana, ha recordado, estuvieron el pasado 27 de enero, el día de su ordenación episcopal, acompañándole en la Catedral de Pamplona.
"En sus palabras, cuando he hablado con ellos, no hay rabia, hay tristeza, monosílabos, muchos silencios al otro lado del teléfono. Estos días lo están pasando mal, muy mal. Hoy quiero estar cerca de toda la Comunidad Valenciana, y cerca de muchos conocidos de Valencia, y con ellos la Iglesia de Navarra", ha subrayado.
Tras asegurar que "las imágenes de la prensa, de la televisión y los testimonios que leemos y escuchamos nos encogen", el arzobispo ha declarado que esa solidaridad debe mover al envío de ayuda. De hecho, ha destacado que sabe que desde Navarra, en estos días, han partido ya varios convoys de ayuda y varios grupos de protección civil, policía, bomberos y particulares para ayudar.
Lleva poco tiempo en Navarra, ha aseverado, pero "estos gestos e iniciativas me hacen sentir orgulloso de esta tierra, ya mi tierra". Pero también ha pedido solidaridad mediante aportaciones económicas. Caritas Diocesana de Pamplona y Tudela, ha indicado, tiene abiertas varias líneas de ayuda para ayudar a los damnificados.
Roselló ha hecho hincapié en que muchos de los afectados, además de tener que "empezar de cero y reconstruir su vida", tendrán que "enterrar a sus seres queridos, algunos de estos todavía desaparecidos. Y en esta desgracia están todos, valencianos, inmigrantes, gente de cerca, gente de lejos, ricos, pobres, de un signo político y del contrario".
"Desgraciadamente, la Dana nos iguala a todos. Aquí nadie es más que nadie, todos víctimas, porque el agua no hace distinciones. Esto nos debe de llevar a reflexionar", ha considerado.
El arzobispo ha reconocido que el consuelo es difícil, pero ha mostrado su deseo de que la Iglesia "acompañe el dolor y la pena" de los afectados. "Aunque solo podamos enjugar sus lágrimas, queremos estar ahí. Sabemos que el futuro no será igual que el pasado, pero que no se les prive de luchar, de intentarlo, y nosotros con ellos", ha resaltado.
"Valencianos de Navarra, contad con nosotros, con la Iglesia de Navarra", ha apuntado Roselló, quien ha pedido al Gobierno Foral que cuente con la Iglesia "para cualquier iniciativa que pueda devolver a Valencia la ilusión y la esperanza".
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