Conducir con viento fuerte puede convertirse en un desafío si no se toman las precauciones adecuadas. La Dirección General de Tráfico (DGT) recomienda extremar la precaución en estas condiciones y seguir una serie de pautas para evitar sustos en la carretera.
Uno de los primeros aspectos a tener en cuenta es sujetar el volante con firmeza y estar atentos a las posibles rachas de viento, que pueden detectarse observando la vegetación, banderas o mangas de viento situadas en los márgenes de la carretera. Además, es fundamental reducir la velocidad para mantener el control del vehículo y reaccionar con rapidez ante posibles imprevistos.
El diseño del vehículo influye directamente en su comportamiento ante el viento. Un coche con líneas suaves y aerodinámicas ofrecerá mayor estabilidad que un todoterreno o una furgoneta con formas angulosas. En estos casos, la DGT recomienda estar especialmente atentos a los movimientos del coche y evitar maniobras bruscas.
También es importante tener en cuenta la carga en el techo. Llevar una baca con objetos mal distribuidos puede afectar gravemente la estabilidad del vehículo y, en casos extremos, provocar su desprendimiento debido a la presión del viento. Por ello, la DGT aconseja utilizar baúles portaequipajes aerodinámicos en lugar de barras transversales con carga desordenada.
Los camiones y edificios pueden actuar como barreras que reducen la sensación de viento hasta que se superan. En ese momento, se produce el llamado efecto pantalla, que puede generar un desplazamiento repentino del coche. Para evitarlo, se recomienda ejercer una suave presión sobre el volante en la dirección contraria al viento cuando se adelanta a un camión o se sale de un túnel.
Si se viaja con remolque o caravana, lo más prudente sería evitar la carretera en días de viento fuerte. En caso de no ser posible, la DGT insiste en reducir la velocidad y revisar frecuentemente los retrovisores para controlar los movimientos del remolque. Algunos vehículos cuentan con sistemas de control de estabilidad para remolques, lo que facilita la conducción en estas condiciones.
Además de la seguridad, la DGT advierte que el viento influye en el consumo de combustible. Circular con el viento en contra puede incrementar notablemente el gasto de carburante, mientras que si el viento es favorable, puede llevar al conductor a superar sin darse cuenta los límites de velocidad.
Por último, la DGT recuerda que, ante rachas fuertes de viento, es imprescindible mantener ambas manos en el volante, evitar movimientos bruscos y conducir con la máxima concentración. Con estas precauciones, los conductores podrán minimizar riesgos y llegar a su destino con mayor seguridad.
